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Los “invisibilizados” del centro de Roca

Los “invisibilizados” del centro de Roca:

Durante el día tratan de ganarse unos pesos lavando autos en los estacionamientos o limpiando parabrisas en los semáforos. Cuando el sol cae y la actividad empieza a declinar, van regresando a sus hogares. Pero otros no tienen donde ir y buscan refugio en algún lugarcito donde no quedar expuestos. Puede ser en al antiguo edificio del casino, en la Belgrano, o en algún banco de la estación de trenes. Cuando ellos eligen la retirada, se hace presente otro grupo: las trabajadoras sexuales. Seis mujeres que durante las noches ponen en juego sus cuerpos (literalmente) para llevarse ese mango que tanta falta hace.

Son los “invisibles” del centro de la ciudad, los que nadie ve salvo que los esté buscando. Los abandonados. “Los Nadies”, al decir de Eduardo Galeano. Los que no se sienten parte de la sociedad y no porque no quieran, sino porque se ven marginados. Y hacia ellos se dirige el grupo “Marea”, que todas las tardecitas, de lunes a viernes, sale a caminar las calles para acercarles un té o un café con leche y un pan. “Al principio fue raro, tenían desconfianza. Nos preguntaban si éramos de alguna iglesia o de algún partido político”, cuenta Andrés León, coordinador del grupo.

La continuidad de la tarea, la charla, permitió bajar aquellas barreras defensivas y que fueran recibidos de otra manera. “¿Por qué elegimos trabajar con una minoría? Tal vez por eso; porque están marginados, en situación de calle y queremos que sientan que alguien los va a tener en cuenta”, contó. O tal vez porque se sienten identificados con esa exclusión y se ilusionan con transformar la realidad.

Marea es un colectivo conformado por 15 jóvenes de entre 19 y 30 años que desde hace más de 18 meses eligieron dedicarle unas horas de sus vidas para que estos “invisibilizados” de la sociedad tengan un momento de reparación. Se organizan en pequeños grupos de tres o cuatro personas, con sus termos y sus bolsitas de pan. “Yo preparo la leche en mi casa; los chicos hacen el pan en sus casas; nos juntamos y salimos”, precisó.

Y caminar esas calles los hace testigos involuntarios de algunos problemas sociales de larga data. El alcoholismo es uno. Las adicciones de sustancias más duras, el otro. “Les alcanza… eh… un pibe puede cobrar hasta 400 pesos por lavar un auto y una bolsita con un preparado le sale 500… Si, después no le queda para comer”, contó.

Un caso que le impactó fue cuando lo llaman a las 3 de la madrugada: una de las chicas “de la noche”, una trabajadora sexual, denunciaba que había sido violada por dos sujetos en un descampado que hay en San Juan y las vías, atrás de un supermercado. La acompañaron a hacer la denuncia y la llevaron al hospital.  Otra situación extrema es cuando son convocados por una situación de violencia de género: “cuando llaman sabemos que es extremo, que esa mujer corre peligro y tenemos que ir de inmediato”, precisó. Junto a una abogada que colabora con la agrupación realizan también charlas sobre los derechos que las asisten.

Marea se divide en dos grupos: uno se concentra en los casos de género; el otro, en el área diversidad y la contención del colectivo LGTB. Se reúnen los martes, de 14 a 17 hs en el Salón Integrador Municipal de Barrio Nuevo; y los sábados, de 15 a 17 hs en el local de Barrios de Pie, en el barrio Tiro Federal.

Andrés León es el responsable del área diversidad y a partir de esa actividad siente en carne propia la discriminación y la intolerancia. A pesar de los avances, a pesar de las leyes, todavía falta mucho trayecto por recorrer para conseguir esa igualdad de derechos. “Tenemos muchos casos de chicos que son expulsados de sus casas cuando dicen que son gays o lesbianas o lo que sea. Y quedan en situación de calle. Nuestro sueño es tener una casa que sirva para la contención”, explicó.

También sienten el acoso marginador en las redes sociales, “cuando nos insultan, nos agreden o amenazan. O cuando nos dicen que buscamos privilegios. Nosotros no estamos buscando privilegios; sólo que nos consideren de la misma manera que al resto de la sociedad”.

Un proyecto más cercano en el tiempo es completar esa merienda que van entregando por las tardes con un plato de comida que ayude a cerrar una jornada agotadora. Y para cuando llegue el invierno, ver si pueden acercar ropa de abrigo. Para ello han comenzado una campaña solidaria, pidiendo a la sociedad roquense que los acompañe en esta acción. Los que quieran contactarse, pueden hacerlo a través de Facebook (marea río negro) o de Instagram (marea general roca).

Gentileza anr

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