Gloria Gualmes, estudiante de música en el IUPA y oriunda de Zapala, a sus 26 años cumple sus aspiraciones de tocar con una importante orquesta.

Desde muy pequeña tuvo un vínculo especial con la música y los instrumentos. Cantó, toco tambores, instrumentos de cuerda; escuchó desde folklore hasta rock. Su padre guitarrista siempre fue su inspiración.

En las interpretaciones que realizaba en el comedor de su casa, ya soñaba con ser oída por miles de personas, se imaginaba el público y los aplausos. Esa niña que se volvió adulta y una artista, el pasado jueves viajó a la Ciudad de Buenos Aires para concretar sus fantasías.

Gualmes tocó todo tipo de instrumentos, pero lo resonante llego a sus 14 años. Conoció la batería y gracias a su experiencia y desempeño, ganó una beca en un conservatorio en Zapala donde se formó durante un año. La emoción y el aprendizaje la llevaron a participar de 14 bandas de distintos géneros: salsa, cumbia, rock, folklore y tango.

Para sus 17 años se mudó a Roca a través de una beca de residencias universitarias con el fin de estudiar música, en especial instrumentos de percusión. Con mucha practica y constancia logró adueñarse del lenguaje académico musical. Recién en la universidad conoció la música orquestal como: el vibráfono, la marimba, el xilofón.

Luego de muchísimo esfuerzo y ya avanzada en la carrera, se le dio la oportunidad. Un músico porteño se contactó con uno de sus profesores de IUPA en busca de un percusionista. Fue su docente quien la invitó.

El 16 de junio a las 20 horas sube al escenario del histórico Teatro Colón con la Orquesta Filarmónica de Buenos Aires para presentar la obra “In Memoria di Michelangelo” del ruso Giya Kancheli. Estará frente a 3000 personas y en un espacio arquitectónico maravilloso.