Hay inquietud y una preocupación creciente por la situación de la inseguridad entre los vecinos del barrio Arévalo. Muchas de esas cuestiones se plantearon en una reunión con el asesor de Seguridad del municipio, Aldo Mildenberg, para analizar la situación.

Si bien reconocen que existe una mayor presencia policial en los últimos meses, con el paso de patrulleros y rondas a pie, también destacar que aumentó la presencia de desconocidos que deambulan por el sector. Una situación que empezaron a registrar luego de la demolición del inquilinato – aguantadero que estaba ubicado en la calle Perito Moreno, en el barrio Alaniz (del que lo separa la vía del ferrocarril).

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“El Arévalo tien solo cuatro entradas – salidas: por O’Higgins, en los cruces con ruta 151 y con el paso a nivel; o por Rivadavia, ya sea por Pacheco o Mariano Moreno. En los cuatro lugares hay cámaras. Pero la cantidad de autos que andan dando vuelta, los robos y los hurtos, sigue aumentando”, afirmaron.

Por otra parte, advirtieron sobre dos espacios que se están convirtiendo en puntos de concentración para el accionar delictivo: uno está en la plaza Guillermina Rodríguez, detrás de la Escuela Los Pioneros; el otro, un sector detrás de la estación de servicio y la obra del edificio en construcción. “Se junta gente para fumar o entrar a robar”, afirmaron.

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Incluso aseguran que están convirtiendo el sector de la estación de servicio en una especie de “asentamiento”, donde se habrían instalado algunas personas desalojadas del inquilinato demolido.

También denunciaron que el domingo a la madrugada tuvieron que llamar a la Central de Emergencias por un inconveniente: a las 4.30 empezaron a escuchar fuertes ruidos en la placita Guillermina Rodríguez. “Result{o que eran mujeres, y que se trataba de las placeras; hemos pedido que las trasladen a otro sector porque ya no podemos confiar”, dijeron vecinos del barrio.