El otoño avanza y nos trae ese paisaje de mañanas congeladas que, para los madrugadores, pueden ser un factor adicional de accidentes varios.Y no hay excepciones. Afecta a los automovilistas, claro. Pero un ciclista o un motoquero que calcule mal la frenada puede tener un mal momento. Y un peatón que de golpe encuentra que bajo sus pies de formó una pista de patinaje, también.

Por eso, te contamos algunos consejos que pueden servirte para evitar esos malos momentos.

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• estar atentos a la superficie sobre la que nos desplazamos. La humedad del otoño suele transformarse en hielo en las horas previas a la salida del sol. Lo que disminuye la capacidad de “agarre”: resbalones y deslizamientos estarán a la orden del día.

• conducir con mayor precaución y teniendo en cuenta las posibles maniobres de los demás;

• cuidado al llegar a las esquinas, especialmente si hay agua. Lo más probable es que se haya congelado, lo que modifica la distancia de frenado.

• Al cruzar las calles realizarlo por las esquinas y mantener las manos fuera de los bolsillos para ayudar al equilibrio.

• Al perder el equilibrio, mantenerse alerta para apoyar las manos y proteger la cabeza.

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• Utilizar pasamanos y evitar cargar paquetes pesados en escaleras con hielo en barrios de monoblock o similares.

• Ser cuidadosos con los pisos oscuros, donde es más difícil detectar el hielo. Caminar arrastrando los pies y más despacio de lo habitual.

• Estar alerta a autos, camiones y equipos que ingresan o transiten cerca, ya que pueden perder el control y entrar en contacto con personas o instalaciones

• Si usas como medio de transporte bicicleta o moto tener cuidado al doblar en las esquinas ya que pierden adherencia y agarre.

• Se pide especialmente no tirar agua sobre las veredas y/o dejar canillas abiertas durante la mañana, momento de temperaturas bajo cero. Justamente para evitar problemas a los transeúntes.