Guiñez vuelve a ser noticia debido a que quedó acusado por utilizar una granada para amenazar al dueño del auto que usó para escaparse. 

En los últimos días, el propietario de un Renault Megan denunció que Guiñez fue hasta su casa cerca de la medianoche y le exigió a los gritos que le entregara el auto para escaparse de Río Negro. Según su declaración, lo amenazó con arrojarle una granada para que abriera el portón. 

La fiscalía cree que Guiñez se llevó ese auto para ir hasta la ciudad de Plottier, donde lo habría dejado abandonado para huir hacia Buenos Aires, más precisamente hacia Lomas de Zamora.  

Mientras cumple con la prisión preventiva, Guiñez y su abogado intentan conseguir el traslado a un centro de rehabilitación, debido a su adicción a las drogas y a que no le estaban suministrando la medicación psiquiátrica que necesitaba.  

De hecho, el letrado pretende demostrar que su defendido no comprendía la criminalidad de sus actos al momento de los asesinatos. 

Según la acusación de la fiscalía, Martín Guiñez se presentó el viernes 30 de junio en la vivienda de su padre, Raúl Guiñez, en el barrio Stefenelli de General Roca; subió las escaleras, sacó una pistola 9 milímetros y le efectuó cuatro disparos a su progenitor.

Uno de ellos le perforó el pecho y le provocó una hemorragia interna que terminó con su vida. Luego, Martín rompió la puerta del baño de una patada y asesinó a Agostina Ríos, la novia de Raúl, de un balazo en la cabeza. Todo esto fue reconstruido gracias al aporte de testigos y de las pericias realizadas en el lugar del doble crimen. 

El fiscal Andrés Nelli estableció que Guiñez escapó por la puerta de atrás y que minutos después apareció Camila, su pareja oriunda de Lomas, quien lo habría ayudado a escaparse de Río Negro. Ambos viajaron juntos a Buenos Aires y se refugiaron en la casa de la madre de ella, en Villa Rita, donde luego los encontraría la Policía. 

La novia de Guiñez fue liberada, pero quedó imputada por encubrimiento. En caso de ser hallada culpable, recibiría una pena de entre 1 y 6 años de prisión.