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Más acciones intimidantes contra RÍO NEGRO: ahora en la puerta de la comisaría Tercera

No parece haber sido suficiente el ataque al edificio de RÍO NEGRO que protagonizaron el martes. Esta mañana la Organización de Desocupados en Lucha volvió a sus prácticas intimidantes contra trabajadores de este diario. Ahora fue el propio Miguel Báez el protagonista y la prueba sobre la inalterable sensación de impunidad con la que actúan está en el lugar donde se produjo el nuevo episodio: fue en las puertas de la comisaría Tercera, delante de policías y bajo la mirada atónita de los roquenses que pasaban en ese momento por la céntrica esquina de 25 de Mayo y Sarmiento.

Báez había concurrido a la sede policial para acompañar a uno de sus hijos y a otros integrantes de ODEL que fueron identificados por la violenta irrupción en la sede central de RÍO NEGRO.


Ataque a RÍO NEGRO: Báez se presentó con su hijo en la comisaría


La actitud desafiante se observó desde un primer momento, cuando el referente de la CTA Autónoma salió de la oficina donde tomaban los datos a sus allegados para reclamar que no se tomaran fotos a su hijo, asegurando que es menor de edad.

Luego, con los trámites de notificación culminados y al salir de la unidad policial para encontrarse con el grupo de militantes que esperaba afuera, Báez intentó cerrar la puerta de la comisaría para que el equipo de RÍO NEGRO, integrado por un periodista y dos reporteros gráficos, no pudiera salir.

Superado ese obstáculo, el trabajo periodístico continuó con el registro de imágenes en la vereda. Fue allí cuando Báez se acercó a uno de los reporteros y comenzó con una larga lista de recriminaciones, tratándolos de “mentirosos” y reprochando un supuesto escudo en la función periodística para decir “cualquier cosa”.

“No les tengo miedo”, lanzó en ese hilo de cuestionamientos, asegurando que él puede dar la cara en la calle sin tener que ocultarse.


Dos hijos de Miguel Báez participaron del violento ataque a Río Negro en Roca


Como corolario, el referente “desocupado” levantó uno de los papeles que tenía en sus manos y dijo que era una denuncia penal que acababa de presentar contra el propio reportero de RÍO NEGRO al que le habló todo el tiempo, aunque no detalló las razones de esa supuesta acusación formal. “Ya nos vamos a ver las caras”, afirmó en ese momento.

Mientras el dirigente emprendía esa ofensiva, varios de sus allegados sacaron sus teléfonos para filmar a los trabajadores de prensa. El propio Báez también tomó imágenes, después de la avanzada verbal contra el equipo periodístico.

La actitud desafiante se evidenció también en el hijo del titular de ODEL y en otro de los sospechosos, que saludaban, sonreían e hicieron la “V” con sus manos mientras se registraban las imágenes de su paso por la comisaría.

La presentación de los primeros identificados por el ataque a la sede de RÍO NEGRO no habría sido espontánea, sino producto de la presión por la orden de captura que se había librado horas antes desde Tribunales.

Como la Policía no podía ubicarlos desde el miércoles para notificarlos sobre la causa penal en trámite, el fiscal Ricardo Romero avanzó con el pedido para que sean conducidos a una sede policial o judicial por la fuerza.

Los sospechosos optaron por evitar esa situación y concurrieron a la unidad Tercera, acompañados por Báez y por una docena de personas más, algunos de ellos con prendas que identificaban su pertenencia a ODEL.

(Gentileza lacomuna)

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