El cipoleño Jorge Alberto Villegas es recordado en el ambiente policial por intentar mejicanear a unos narcos que vendían droga en una chacra en Allen. Fue atrapado con parte del botín en el bolsillo, una bolsa con casi 300 gramos de cocaína. En el juicio, el «Ruso» como se lo conocía, aseguró que él fue a robar y no sabía que ese paquete tenía merca. De todas maneras fue condenado y ayer por la tarde murió tras una pelea en uno de los pabellones de la Unidad 5, la cárcel Federal de Roca.

Los integrantes del Tribunal Oral Federal de Roca no le creyeron la burda excusa a Villegas. Sobre todo porque las investigaciones policiales señalaban que en esa chacra se vendía droga y en un allanamiento encontraron 1 kilo y medio de marihuana escondida dentro del inodoro. Por lo que se estableció que Villegas fue a robar la droga para poder venderla. Lo que en la jerga narco se llama mejicaneada.

Villegas debía cumplir 9 años de prisión, ya que los 4 años y medio que le dieron se debían unificar con otra pena similar que tenía por robos contra la propiedad cuando vivía en el barrio Don Bosco de Cipolletti. Una vez que quedó firme la sentencia, llegó a la Colonia Penal de Roca, donde siempre mantuvo un excelente comportamiento. Hay que aclarar que los presos que llegan a la U5 son de buena conducta, generalmente con penas relacionadas con el narcotráfico, por eso los trasladan a una cárcel de mínima seguridad.

Ayer por la tarde, cerca de las 17, el Ruso se trenzó en una feróz pelea con un narco porteño. El motivo de la disputa se desconoce, pero fuentes vinculadas al ambiente carcelario confiaron que los internos que llegan de Buenos Aires no son queridos dentro de los pabellones y siempre terminan con problemas. En tanto que Villegas tenía muy buenas calificaciones que le permitían disponer de distintos beneficios.

La pelea fue cargada de violencia, ambos se enfrentaron con facas hasta que los dos terminaron heridos en el piso, el personal penitenciario no logró ingresar al pabellón 3 bajo. La escena con la que se encontraron fue dramática, el cipoleño tenía escasos signos vitales y el porteño también tenía heridas de gravedad.

Hasta la cárcel Federal llegaron dos ambulancias del Hospital Francisco López Lima, pero no fue mucho lo que pudieron hacer por el Ruso, murió en el trayecto de apenas un par de cuadras. Aunque resta que le practiquen la autopsia, tenía una profunda puñalada en el pecho, que le provocó un shock hipovolémico. En tanto que el otro preso quedó internado en estado grave y con pronóstico reservado.