La autopsia del pequeño se llevó a cabo el 20 de julio en la morgue judicial ubicada en Av. Roca y Palacios. Los encargados de este examen forense fueron médicos del cuerpo de investigación forense, cuyas conclusiones aún se esperan con ansias por parte de los familiares.

Respecto al procedimiento, el abogado reveló que el pequeño murió producto de una hipoxia, que se provoca cuando no llega suficiente oxígeno al cerebro.

“Ahora hay que determinar por qué se causó esa falta de oxígeno”, aseguró al Diario Río Negro, donde además detalló que van a tener que ampliar el informe para esclarecer algunas irregularidades que encontraron durante la autopsia.

La realización de un nuevo informe es crucial para determinar si existió algún tipo de negligencia por parte de los médicos. Una vez que tengan los resultados, podrán decidir si se imputa a los especialistas que realizaron la operación.

Muerte de Valentín en una clínica de Roca

Como se conoció, Valentín ingresó el jueves 11 de julio al Sanatorio Juan XXIII para realizarse una cirugía programada de hernia de diafragma. Luego de más de tres horas en el quirófano, el niño salió sedado.

Pese a que los informes pre-quirúrgicos de Valentín habían dado todos los resultados óptimos e incluso su pediatra había otorgado un certificado de buena salud para la intervención, tras salir del quirófano, el niño de cuatro años nunca más despertó.

Según relata la familia, recién el sábado se les informó sobre un paro que habría sufrido el menor, algo que luego la clínica confirmó en un comunicado. Tras varios días de estar internado, el jueves 18, pasado el mediodía, el pequeño falleció a causa de una muerte cerebral.