Valentín ingresó el 11 de julio a una institución médica para someterse a una cirugía «sin riesgos». Durante la operación, sufrió un paro cardiorrespiratorio que no fue informado a su familia. Tras varios días en terapia intensiva, el niño de cuatro años falleció el 18 de julio luego de ser desconectado debido a que presentaba muerte cerebral.

La familia de inmediato realizó la denuncia contra la institución por presunta mala praxis. Posteriormente, la justicia ordenó una autopsia, que se llevó a cabo el 20 de julio en la Morgue Judicial de Roca. 

Según el informe, Valentín sufrió una hipoxia en el quirófano, una afección causada por la falta de oxígeno en el cerebro.

La causa está caratulada como homicidio culposo, lo que podría derivar en una condena de 2 a 6 años. El abogado defensor, Miguel Zeballos, sostuvo que hubo fallas en las alarmas que monitorean el oxígeno, argumentando que la máquina no alertó que Valentín se estaba quedando sin aire.

A un mes y una semana del fallecimiento, la familia sigue exigiendo justicia y asegura que irán a fondo con el caso para evitar que algo así vuelva a suceder. La convocatoria para la marcha es el próximo jueves a las 18:30 en Av. Roca y Tucumán. “Marcharemos para pedir el pronto esclarecimiento del caso Valentín”, concluyeron los familiares.