La actitud «prepotente» del subcomisario Cristian Vera está bajo la lupa no sólo dentro de la Jefatura de la Policía de la provincia de Río Negro sino también de la Justicia. Una empleada que se desempeña como bicipolicía lo denunció por violencia de género ya que no sólo la sancionó por haber ingresado a un baño sino que también ordenó su traslado a una sede policial ubicada en Roca. A esta presentación se sumó una segunda, donde también cuestionan la metodología utilizada por el jefe de la Unidad N° 66, de esa localidad.

Vera se desempeñó como uno de los principales jefes de la Comisaría Tercera hasta diciembre del año pasado cuando fue trasladado tras conocerse que una persona que ingresó a esa unidad de General Roca, recibió una brutal golpiza.

En enero comenzó a cumplir funciones y según las fuentes consultadas por este diario, las actitudes del jefe policial nunca fueron las más acordes a su rango. Parte de esta situación quedó reflejada en la denuncia que presentó una cabo primera en la Comisaría de la Familia, en Roca.

Contó que el 7 de mayo se encontraba realizando una habitual recorrida por las calles de Mainqué junto a su compañera y que en un momento sintió la necesidad de concurrir a un baño. Resulta que la sede policial es de pequeñas dimensiones y había ingresado una persona detenida. Además, se estaba realizando el cambio de guardias por lo que no era recomendable asistir a esa unidad por la gran cantidad de personas que había en la sede policial.

Por eso -previo aviso por equipo de radio a su jefe inmediato- la uniformada, quien sufrió un problema de riñones hace poco tiempo, decidió pedir permiso en una despensa para ingresar al sanitario.

Al parecer, el subcomisario pasó por el lugar y al verlas en el comercio regresó a la comisaría y «a los gritos» rápidamente ordenó que las dos bicipolicías pasen a tomarse una «licencia». Inmediatamente, solicitaron una reunión con Vera pero sólo atendió a la denunciante sin prestarle mucha importancia a los motivos que esgrimió la mujer para justificar su ausencia en su habitual recorrido en bicicleta.

La víctima -que desde hace siete años trabaja en esa unidad- aseguró que tras la notificación le dieron cinco días de arresto y otros siete para su compañera. Las dos mujeres fueron trasladadas a la Comisaría 21 y Tercera de Roca.

Hace una semana, una segunda denuncia involucró a Vera. Esta vez se realizó en la Comisaría de la Familia en Roca donde una sargento ayudante lo denunció por distintos hechos de violencia de género.

La mujer solicitó a las autoridades que el titular de la Subcomisaría 66 «se abstenga de llevar adelante actos que perturben o intimiden su actividad diaria».

le solicitó a la Justicia que intervenga para que su jefe se abstenga de realizar actos que perturben o intimiden a su persona e instó para que tome las medidas que correspondan para que finalice el acoso del que es víctima.