Está visto que nadie queda libre de la inseguridad. Y que al más pintado también le puede pasar. Un efectivo de la Policía Federal, que circulaba en su moto vestido de civil, fue audazmente interceptado por tres jóvenes, que lo redujeron y le robaron el vehículo y la pistola reglamentario, una 9 mm.

El hecho ocurrió en enero del año pasado y llegó a juicio esta semana. Uno de los integrantes del trío, Lautaro Barra, aceptó su participación en el robo y fue condenado a tres años y medio de prisión. Se aguarda el enjuiciamiento de los otros dos, Daniel Espinoza y Claudio Inalaf.

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Los tres habían estado bebiendo en una de las veredas de las 400 viviendas cuando vieron a su futura víctima. Lo rodearon, lo empezaron a provocar y en un descuido se apoderaron del arma de fuego. Así lo obligaron a bajarse de la moto, una KTM Duke de 200 cc.

Barra tomó el rodado, mientras Espinoza realizó varios disparos intimidatorios al aire; luego salieron a toda velocidad por Arenales, pero no llegaron muy lejos. Fueron interceptados por un patrullero de la comisaría 45 en la intersección de Circunvalación y Primeros Pobladores.

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El juez Guillermo Baquero Lazcano aceptó el acuerdo arribado para el juicio abreviado y lo condenó a tres años y medio de prisión efectiva, teniendo en cuenta la peligrosidad de la situación vivida. En otra audiencia, se deberá realizar una unificación de penas con otras que Barra tiene pendientes.