Uno de esos candidatos es Carlos Alberto Castro -o “Beto”, como le dicen sus allegados- que encabeza la lista del Frente de Izquierda de los Trabajadores Unidad.

En diálogo con este portal, Castro se refirió a la actualidad municipal y dejó una serie de definiciones de cara a la votación del mes próximo.

Comenzó dando una breve reseña de por qué cree que su partido es una buena opción para las y los roquenses:

“Veo al Frente de Izquierda Unidad no sólo como un frente electoral, sino como una fabulosa oportunidad de intervención de izquierda y de las y los trabajadores en la lucha política por gobernar y defender y representar verdaderamente los intereses de la clase trabajadora. Por eso nuestra aspiración por dirigir el municipio, no es una aspiración personal, sino que es la necesidad política de llevar adelante un programa de gobierno que saque de la miseria a miles de familias trabajadoras”.

Para Castro en Roca  “hay que poner todo de cabezas” ya que “los criterios políticos que han llevado adelante todos los gobiernos patronales, sean del signo político que sean, han gobernado defendiendo los intereses de las patronales, de los sectores de la economía concentrada y por supuesto, en beneficio propio”.

El candidato de izquierda asegura que existe una desigual asignación de recursos destinados a la urbanización, producto de una “especulación inmobiliaria” característica del gobierno municipal actual: “tenemos un casco céntrico y un determinado sector barrial que se lleva la mayoría de los recursos de urbanización, a costa de un vaciamiento de la inversión para el desarrollo de los barrios habitados por las familias trabajadoras”.

“Por eso -continuó- los recursos del municipio se destinan a urbanizar y embellecer determinadas zonas del ejido urbano. Estos negocios inmobiliarios muchas veces se realizan a costa del avance sobre zonas productivas de gran calidad, como son las zonas que hoy se convirtieron en un gran boom inmobiliario al otro lado de la Ruta 22 sobre la Av. Roca”.

Es por eso que afirma que “la prioridad hoy en nuestra ciudad tiene que estar centrada en los barrios con un orden de urgencia que nos permita en primer término sacar de la urgencia alimentaria a cientos de familias en los barrios a través de una atención integral a los comedores y merenderos barriales que son los que atienden, a través de las organizaciones sociales y de lucha (Como el Polo Obrero, el Fol, etc), estas necesidades absolutamente relegadas por el gobierno municipal”.

También aboga por “un plan de urbanización que mejore la calidad de vida de las familias trabajadoras en los barrios más populosos”. “Cordón cuneta, servicios básicos esenciales como la luz, el agua, las cloacas, aunque estén en manos privadas o bajo la gestión de la provincia, es responsabilidad primaria del municipio que lleguen a los habitantes de nuestra ciudad”, agregó y aseveró que, en este sentido, “no se pueden seguir amparando eternamente en un supuesto enfrentamiento entre municipio y provincia, porque a la hora de ajustar y reprimir no tiene ningún problema en trabajar de manera conjunta, pero a la hora de llevar servicios a los barrios, comienzan las confrontaciones”.

El candidato de 54 años, que milita en el Partido Obrero desde hace unos 15 años, le dedicó un párrafo aparte a la creciente problemática habitacional de nuestra ciudad y dijo que “la gestión para el mejoramiento y/o construcción de viviendas populares es otro aspecto central que debemos considerar”. “No puede ser que se haga propaganda sobre la construcción de 63 viviendas cuando las necesidades habitacionales en nuestra ciudad se cuentan por miles. Hablar de 63 viviendas es la confesión del fracaso de una gestión, más si consideramos que las cuotas se vuelven inaccesibles para un trabajador con sueldo promedio. Necesitamos gestionar fondos para la mejora masiva de viviendas populares y la construcción de planes de viviendas a las cuales tengan acceso los sectores más carenciados”.

Consultado sobre qué solución se proponen para el problema del agua en los barrios periféricos de la ciudad, aseguró que se trata de una cuestión de inversión: “se necesita la voluntad política de invertir en las obras necesarias para garantizar la provisión de agua en una ciudad, que por otra parte, crece a orillas de uno de los ríos más importantes del país”.

Para ello, es necesario, dice, “abrir los libros de las empresas para ver efectivamente las tasas de ganancias y las inversiones realizadas, pero en segundo término necesitamos la estatización de los servicios bajo gestión de las y los trabajadores. Es la única manera que las inversiones estén al servicio del mejoramiento de la calidad de vida y no del lucro sectorial”.

Y, hablando de agua, para Castro el municipio no ha hecho otra cosa que lavarse las manos con respecto a la crisis del desarrollo productivo de la ciudad. “Frente al cierre de frigoríficos, aserraderos, galpones de empaque, etc el municipio no ha hecho otra cosa que sacarse el problema de encima”. “Nunca se vio en estos ‘cierres’ la posibilidad de poner áreas de producción estratégicas en manos del estado municipal y bajo control de los propios trabajadores” explicó y sostuvo que “la única salida del municipio sigue siendo poner todos estos espacios dejados por la producción y la industria, al servicio de la especulación inmobiliaria”.

Consultado sobre cómo ve la gestión de la actual intendenta, el candidato del FIT-U no tuvo reparo en decir que, “cuando hablamos de la gestión de M.E.Soria, no solo estamos hablando de una pésima gestión municipal donde destaca la inoperancia en el manejo de recursos. Lo más preocupante de este gobierno es la orientación política que desarrolla. La falta de trabajo, de oportunidades, el deterioro de la calidad de vida en los barrios, la falta de servicios públicos y una larga lista de etc, es la expresión local de un ajuste que se desarrolla a nivel nacional y provincial. No se puede disfrazar de partido vecinalista cuando en realidad son una de las fuerzas nacionales responsables de la crisis”, aseveró.

Por último, se refirió a la seguridad vial y expresó que, a pesar de que existe cierta responsabilidad ciudadana, fundamentalmente es responsabilidad del Estado generar las condiciones para que esa seguridad vial efectivamente exista. 

“No podemos pensar que el problema vial se soluciona pintando algunas sendas peatonales en el centro o con bici sendas en el canalito. Es necesario atender las zonas de circulación masiva de la población y esas zonas no solo existen en el centro de la ciudad”, concluyó.