Guido Gadañoto, que fue condenado a 6 años y 9 meses de prisión por abusar sexualmente de una de sus alumnas de 13 años en el 2015, deberá cumplir nuevas medidas cautelares que se suman a las que ya cumple, a la espera de la decisión de la Corte Suprema de Justicia de la Nación (CSJN).

Ahora, el ex entrenador y también ex jugador de básquet del Deportivo Roca y del club Cinco Saltos, deberá utilizar una tobillera electrónica y presentarse diariamente a la comisaría de la localidad donde reside, de lunes a domingos, incluso feriados.

De esta manera, la tobillera que debe portar desde ahora, tiene monitoreo de la Policía de Río Negro y también deberá llevarla a Neuquén, ciudad donde trabaja.

Las nuevas pautas fueron impuestas por el tribunal compuesto por Gastón Martín, Maximiliano Camarda y Alejandro Pellizón, tras una audiencia solicitada por la fiscalía, que busca readecuar las medidas para asegurar el posible cumplimiento de la pena.

Todo esto se da tras conocerse que su legajo tuvo movimiento en la CSJN el pasado 2 de octubre, lo que indicaría que pronto podría haber novedades para una posible condena definitiva.

Cabe recordar que si bien Gadañoto permanece libre a la espera de la sentencia firme, hoy vive en Cinco Saltos y cumple con algunas pautas. Entre ellas, sigue vigente la prohibición de salida del país, obligatoriedad de fijar domicilio y si lo cambia debe consultar a la justicia, prohibición de hostigamiento a la víctima, prohibición de consumo de bebidas alcohólicas y estupefacientes y no debe cometer nuevos delitos.

La causa ya tuvo un fallo del Superior Tribunal de Justicia de Río Negro

En 2021, el Superior Tribunal de Justicia rechazó la queja de la defensa y ratificó las decisiones de los Tribunales anteriores en la causa en la que se condenó al ex entrenador de básquet de Roca, Guido Gadañoto, por los abusos sexuales que sufrió una de sus alumnas cuando tenía 13 años de edad.

Los hechos ocurrieron en febrero de 2015, el imputado fue declarado culpable de los delitos de “abuso sexual por aprovechamiento de la inmadurez sexual de la víctima, agravado por haber sido cometido por encargado de la educación y por resultar un grave daño en la salud mental de la víctima” y fue condenado a una pena de 6 años y 9 meses de prisión, que aún no se encuentra firme.