El temporal que se precipitó sobre la región durante el fin de semana produjo complicaciones para las comunidades, especialmente las radicadas en el norte neuquino. Las más afectadas fueron la cuenca del río Colorado y las nacientes del Neuquén. En este caso, impactaron rápidamente en el llenado de los embalses Mari Menuco y Barriales. Aguas abajo, significó un aumento de casi el 50 % del caudal que lleva el río Negro a la altura de General Roca.

Antes de este fenómeno meteorológico, la Autoridad de Cuencas había retornado a un esquema de extrema prudencia en el manejo de los caudales, teniendo en cuenta la continuidad de la emergencia hídrica. Por esa situación, el principal río de la provincia se mantenía en los 300 m3/segundo. Pero para el sábado, con el aumento de las erogaciones por el Neuquén y el Limay, se volcaron hasta 450 m3/segundo.

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El río Neuquén tiene una gran pendiente y carece de lagos naturales que actúen de reguladores del caudal. El sistema de defensa que existe es el complejo Cerros Colorados, un sistema de diques y embalses que intentan administrar las situaciones extraordinarias. Ayer, la dinámica de la tormenta no dio respiro y la AIC emitió un comunicado de urgencia. A las 22 horas, preveía erogar hacia el viejo curso del río (entre Portezuelo y Chañar), hasta 500 m3/segundo, cuando lo habitual es un curso de 8 m3.

Esta madrugada (a las 4 AM), se suspendió esa medida extraordinaria que iba a impactar especialmente a la zona de San Patricio, Sauzal Bonito y varias locaciones petroleras; y después sobre el resto de las ciudades ribereñas. De todos modos, se mantiene un programa de erogaciones muy superior a la habitual.

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Por esta razón, el río Negro va a llegar a un caudal de 800 m3/Seg durante la jornada de hoy y mañana, y de 855 m3/seg desde el miércoles y hasta el viernes inclusive. Quienes necesiten realizar actividades sobre la cosa del río, deberán tener especiales cuidados a las fluctuaciones del curso de agua.