El tramo de la ruta nacional 22 entre Roca y Cipolletti es más una carrera de obstáculos que un vía de comunicación. Pozos, baches y varios desvíos por colectoras de una obra semi paralizada hace años por una pésima planificación. En tanto, se buscan alternativas. Desde el ministerio de Obras Públicas provincial y Vialidad rionegrina entienden que esa posibilidad es mejorar la calidad de tránsito de la ruta 65. La antigua traza de la 22, más conocida como “Ruta Chica”.

Para eso, la decisión del Ejecutivo fue concentrar todo el asfalto que produce la planta de Allen para mejorar la carpeta asfáltica. Un objetivo que se tiene que ir cumpliendo por etapas. “La primera parte fue trabajar desde J.J. Gómez hasta Allen, que ya está totalmente repavimentado y quedó en excelente estado”, explicó el ministro de Obras Públicas, Carlos Valeri.

Antes del receso invernal, el frente de obra llegó a la localidad de Allen, pasando la famosa (y peligrosa), “Curva de Verani”, con la señalización vertical y horizontal correspondiente. Y ya adelantan que en cuanto termine la veda climática se continuará hacia el oeste. “Es el mismo plan de asfalto y repavimentación; con nuestras propias máquinas. Con Vialidad Rionegrina y un trabajo por administración”, puntualizó.

Con el punto de saturación al que ha llegado la ruta 22, la ruta 65 siempre fue una alternativa potencial. El problema que presentaba era el enorme deterioro de la carpeta asfáltica, que fue solucionado en el tramo entre Roca y Allen.