Roca es una ciudad que crece a grandes pasos y trae consigo algunas consecuencias que afectan a la calidad de vida de la población. Siendo una ciudad con un punto geográfico estratégico para el desarrollo de la producción económica en la zona norte de la Patagonia, se ve afectada por procesos de reestructuración que marcan la desigualdad en cuestiones socioeconómicas.  

Viéndolo desde el desarrollo urbano, la arquitecta Adriana Hipperdinger, afirma que la ciudad sufre una nueva reconfiguración espacial “caracterizadas por procesos de fragmentación social, polarización y segregación residencial, con una fuerte presencia del capital privado como promotor del desarrollo urbano”.  

Ante esto se puede notar una segregación económica y concentración espacial de la pobreza, con inequidades en la calidad y volumen de los servicios públicos y con crecimientos desmedidos y sin planificación sobre la zona productiva. 

General Roca comprende 10 aglomeraciones de población: el ejido urbano, la principal aglomeración y nueve barrios rurales. Son cuarenta los barrios urbanos de la ciudad y es aquí donde se desarrolla la mayor parte de la actividad económica.  

¿Quienes viven en zona céntrica tendrían mejor calidad de vida que quienes se ubican en zonas periféricas? 

La arquitecta Hipperdinger dice que “los barrios periféricos o marginales cuentan con escasos espacios públicos y de mala calidad”. Las políticas de planificación urbana y las políticas habitacionales siempre deberían incluir una dimensión urbana, con medidas específicas para el acceso a servicios básicos, la movilidad y los espacios públicos, poniendo énfasis en los barrios populares para evitar una mayor segregación social y espacial. 

“Los espacios públicos son lugares de convivencia e interacción social por excelencia. Constituyen los ejes articuladores de las ciudades y sus servicios, y desempeñan funciones sociales, institucionales, ambientales, de movilidad y recreación. El espacio público es un mecanismo fundamental para la socialización de la vida urbana”, comenta en su informe la Arquitecta y profesora de la Universidad Nacional de Río Negro.  

Roca es una ciudad con buen porcentaje de espacios verdes de acuerdo a su espacialidad, sin embargo, la mayoría de los espacios se encuentran en zona céntrica y es una forma que marca la desigualdad entre barrios céntricos y barrios periféricos. El Centro Integrador Municipal (CIM) de barrio norte es un dispositivo que reduce la brecha, aunque el equilibrio sigue estando lejos.    

Pensar una urbanidad democrática implica la calidad, la multiplicación y la accesibilidad de los espacios públicos. Las políticas de espacios públicos contribuyen a hacer ciudad en los territorios urbanizados, a crear condiciones de urbanidad y a facilitar y definir en gran medida la participación ciudadana.