El presidente Javier Milei sorprende nuevamente al romper con la tradición y decidir llevar adelante la apertura de sesiones del Congreso en horario nocturno. Esta inédita medida busca marcar la diferencia en el escenario político argentino y alejarse de la así llamada «casta».

El gobierno intentó justificar esta decisión argumentando que de esta manera más ciudadanos podrán ver el discurso presidencial fuera de su horario laboral. Sin embargo, en el entorno del presidente reconocen que la verdadera razón es manifestar una ruptura con el status quo. «No es un tema de horarios ni de rating, sino de que Javier rompa la tradición, como hace con todo», explican fuentes cercanas al mandatario.

Incluso se especula con la posibilidad de que el discurso del presidente no se realice en el estrado tradicional de la Cámara de Diputados, sino en otro lugar. Algunas voces señalan que podría llevarse a cabo en las escalinatas del Congreso, al igual que su alocución el día de su juramento como presidente.

Esta medida no es un caso aislado en el que el gobierno argentino busca imitar los modos y las formas de la política norteamericana. En Estados Unidos, los mandatarios dan su discurso de apertura del parlamento a las puertas del Capitolio, y el horario nocturno también guarda similitudes con el discurso del Estado de la Unión que el presidente de dicho país brinda ante el Congreso.

Resulta evidente que el presidente busca marcar una diferencia y alejarse de las tradiciones establecidas, demostrando así su enfoque particular de gobernar el país.