La defensa pública oficial de nuestra localidad había declarado nulo, en octubre del año pasado, un procedimiento policial en el que se requisó y se detuvo a un hombre acusado de vender estupefacientes en la localidad de Allen. 

En la resolución del caso el 18 de octubre del 2021, la defensa pública oficial había objetado que el procedimiento, que culminó con la detención del imputado, no tenía una razón que lo justifique, “por el sólo hecho de caminar con una bolsa en la mano”.

En ese sentido, el tribunal determinó que el accionar policial se había desplegado bajo las previsiones del artículo 230 bis del Código Procesal Penal, donde se autoriza a “los funcionarios policiales y fuerzas de seguridad, a requisar personas e inspeccionar los efectos que lleven consigo, sin orden judicial, siempre que existan motivos previos suficientes, razonables”.

Agregó que el disparador de la actuación policial no fue el prontuario del acusado, sino el producto del hecho, “cuya circunstancia más significativa ha de anclarse en la previa huida emprendida por un sujeto tras una persecución policial portando una bolsa de similares características a la que llevaba el imputado al momento de su interceptación”. 

Según los magistrados, esto acredita un cuadro objetivo de “sospecha suficiente” que habilitaba al personal policial a actuar como lo hizo.

El caso

El 18 de agosto del 2021, en la ciudad de Allen, la delegación de Toxicomanía y Leyes Especiales de la policía provincial fue alertada por un llamado anónimo donde una mujer indicó que sobre la calle Martín Fierro, pasando la Ruta Nacional 22, estaban llevando a cabo una venta de droga en la que había involucrados tres hombres a bordo de un auto.

Se desplegó un operativo y se pudo constatar la presencia del vehículo, que huyó cuando el móvil policial intentó identificarlo. A partir de ahí, se inició una persecución por los caminos rurales, durante la que se arrojó uno de los perseguidos, que llevaba una bolsa abultada. El sujeto se ocultó en una zona de chacras.

La policía logró interceptar el auto y detener a los dos ocupantes. Luego, el personal de Toxicomanía retomó el camino que transitó durante la persecución y observó a un joven que caminaba por la banquina que portaba una bolsa blanca abultada. 

Frenaron la marcha y, al identificarse como policías, el joven tiró la bolsa al costado del camino y salió corriendo, aunque luego fue interceptado y reducido. Con la intervención de testigos, la policía abrió la bolsa en la que encontró 3,28 kilos de marihuana. 

Finalmente, secuestró el estupefaciente y comunicó lo sucedido al Juzgado Federal de esa ciudad, que dispuso la detención del involucrado.