Faltan todavía entre cinco y seis semanas para que comience formalmente la temporada de riego en el Alto Valle, pero el canal Principal está trayendo un importante caudal en forma anticipada. Hace 10 días se tomó la decisión de derivar agua desde la toma ubicada en el dique Ballester para disminuir las consecuencias de inundaciones en la zona ribereña del río Neuquén. Pero tiene sus consecuencias: los trabajos de mantenimiento que no se están pudiendo realizar.

Para los regantes, uno de los inconvenientes que traerá durante la próxima temporada será la muy probable presencia de mayores cantidades de lama, esas algas que si se acumulan en grandes cantidades pueden producir problemas en la circulación del agua. Para eso, será necesario realizar al menos una pasada completa por todo el trayecto (110 kilómetros), y tendrá un costo adicional para los chacareros.

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Hasta el momento, tampoco se ha podido avanzar en la reparación de algunos sistemas de compuertas ni efectuar los trabajos de nivelación y desembancamiento que estaban previstos.

Todavía no hay fecha para el cierre del canal. Aguas arriba del sistema, el Neuquén bajó un poco el caudal pero todavía sigue siendo un aporte más que importante. En Portezuelo Grande están ingresando 450 m3/segundo, y en la salida de los embalses (El Chañar), se erogan 550 m3/segundo. Los dos lagos (Barriales y Mari Menuco) continúan operando en la franja que denominan de “atenuación de crecidas”.

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A la altura de General Roca, el canal principal está llevando 30 m3/segundo, que poco a poco se van derivando hacia el río Negro mediante los cuatro descargadores que existen. En un sector, cerca de Guerrico, se tuvo que habilitar un tramo del Canalito que funcionaba como desagüe, y así permitir una serie de trabajos en los canales secundarios.