Luis Omar Jiménez, el único acusado de asesinar y ocultar el cuerpo del comerciante roquense Carlos Curruqueo, continuará detenido con prisión preventiva por otros cuatros meses. Así lo resolvió la jueza de Garantías, Agustina Bagniole, luego de analizar las presentaciones realizadas por la fiscalía, la querella y la defensa. La magistrada consideró que la situación no se había modificado en cuanto a las sospechas de culpabilidad de Jiménez ni sobre la posibilidad de que pueda interferir en la investigación.

El 14 de octubre pasado, Curruqueo había partido desde General Roca hacia el domicilio de Jiménez, una chacra en la zona de María Elvira, con la intención de cobrar lo que le adeudaba por la venta de una camioneta. Fue la última vez que se lo vio con vida. A fines de enero, se encontró el vehículo utilitario con el cadáver del comerciante en su interior, enterrados en una chacra ubicada a 700 metros del domicilio del imputado.

En su alegato, la fiscal adjunta Julieta Dellla Cha había solicitado la extensión de la medida cautelar en consonancia con la prórroga de los tiempos de la investigación dispuesta por el fiscal jefe, debido a la complejidad de la causa. Destacó que faltan realizar pericias genéticas, una pericia de materiales a realizarse en el INTI y la extracción forense de los datos del teléfono móvil de Jiménez.

Por su parte, el querellante Leonel Herrera Montovio pidió que la preventiva se declare por un año o hasta que la causa sea llevada a juicio con la finalidad de dar un margen mayor y proteger la investigación que se está realizando.

La defensa, a cargo del abogado particular Michel Hirshman, enfatizó que los “indicios” sobre la intervención de su patrocinado se estaban cayendo por la incorporación de nuevos testimonios. Y mencionó uno en particular: el de un vecino de Roca que aseguró haber estado con Curruqueo el 17 de octubre, tres días después de su desaparición.

La jueza Bagniole tuvo un criterio diferente: consideró que los argumentos presentados por la defensa no derrumbaron la hipótesis presentada por la fiscalía en esta etapa de la investigación, consideró que la conducta previa de Jiménez lo convierten en un riesgo para la continuidad de la investigación y por consiguiente corresponde mantener la cautelar por otros cuatro meses.

En relación a la conducta del sospechado, Bagniole recordó que no fue resultado del azar sino de una planificación para mantenerse al margen de la investigación: “primero le dijo a la policía que Curruqueo se había marchado a La Pampa; después le dijo a (Andrea) Leal (pareja de Curruqueo), que se había ido a la canchita. Después, apagó y se deshizo de los celulares de Curruqueo en una zona distante de su domicilio”, apuntó.

Para la jueza, las diferentes pruebas que se fueron sumando al expediente demuestran la responsabilidad del acusado con suficiente peso como para extender la preventiva. Y también hizo un repaso de la situación especial de Leal: la mujer ya dijo sentir “temor” de lo que pueda realizar Jiménez, quien en conversaciones previas se habría jactado de “ser un sicario” que no tiene problemas en deshacerse de una persona. Bagniole entendió que el acusado “no puede interferir sobre las pericias en marcha” pero sí “puede hacerlo sobre los testigos y ese es el bien que tenemos que cautelar”.

Con respecto al pedido de prisión domiciliaria, puntualizó que no se dan las condiciones para considerarlo por lo que Jiménez deberá esperar la convocatoria a juicio en la unidad penal donde fue derivado.