Daiana Neri es nacida y criada en Roca. Tiene 44 años. Fue la primera profesional universitaria. de su familia. Estudio Ciencia Politica en la UBA y egresó con diploma de honor. Es hija de Mario Neri, quien fue un referente del deporte comunitario. Daiana volvió en 2008 a la ciudad y formó una familia. Tiene una hija y un hijo.

Actualmente es Coordinadora Ejecutiva de PAMI Rio Negro. También es investigadora y docente de la UNCO y UNRN. Recibió becas de CONICET e instituciones internacionales como la Fundación Carolina y Barcelona Gov. En 2017 realizó una estancia en gestión publica de las comunidades en la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona y participó de la feria internacional Smart City. Tiene una vasta experiencia de trabajo en el sector público.

Daiana Neri es parte del Frente de Todos e integra el equipo de trabajo que lidera el Senador Nacional Martin Doñate.

¿Tu familia viene de la política?

No. Mi papá era director técnico. Sí siempre nos inculcó hacer cosas por los demás y el deporte y el fútbol fueron las herramientas que eligió para eso. Con mi trabajo en PAMI recorro la provincia, y en Roca y el Valle.

La familia de mi mamá cuidaba una chacra y ella fue embaladora en galpones de empaque. Mucho trabajo y sacrificio. Recién este año pudo presentar los papeles para poder jubilarse. Lloraba ella ese día.

La familia de mi papá es peronista y la de mi mamá eran radicales.

¿Dónde hiciste tus estudios?

Cursé la primaria en la Escuela 128 de Barrio Bagliani, donde viví casi toda mi infancia. El secundario en el Normal 1 con el Ciclo Superior Moralizado que había en esa época. La universidad en la UBA y los estudios de Doctorado en la Universidad Nacional de San Martín.

¿De dónde surge tu interés por la política?

Hice el secundario en un momento crítico en nuestra provincia, años 1994 y 1995. Los docentes y empleados públicos no cobraban, había marchas, puebladas, paros, ocupaciones en las escuelas. Mucha gente sin trabajo. Todo me despertó muchas ganas de participar y cambiar las cosas que estaban pasando. Un profesor me dijo “anda a la biblioteca y pedí el libro de carreras universitarias y mira qué estudia la ciencia política”. Y fue así. Estudiar el Estado, las políticas públicas, la toma de decisión para transformar la vida de las comunidades.

Y a pesar de las dificultades, mi familia me acompañó y fui a la UBA. Era una experiencia medio inédita para nosotros. También años muy complejos para las universidades públicas, recortes presupuestarios, intentos de arancelamiento. Por esto último también empecé a participar de la política universitaria.

¿Y cómo llegaste a la militancia política actual?

Soy parte de toda la efervescencia política que generó el kirchnerismo. La política de Néstor y Cristina fue la que reconstruyó la Argentina después del 2001. Viví que mucha gente consiguiera trabajo, que más personas accedan a la educación universitaria porque se crearon nuevas como la UNRN, que las jubilaciones sean dignas, que las pibas y pibes accedan a una computadora aunque sean pobres, que los científicos sean repatriados, la construcción de satélites y su envío al espacio.

Ya de nuevo en Río Negro y haciendo un trabajo para el Ministerio de Desarrollo Social de Nación conocí a Martin Doñate, quién me convocó a formar parte del espacio político que integramos. Y me animé porque no estaba sola. Somos un grupo de personas, muchos jóvenes que empezaron con 15 años, y ahora algunos ya son profesionales. Crecimos juntos recorriendo esta ciudad, con actividades solidarias, difundiendo programas nacionales, promoviendo ordenanzas como la creación del Consejo de las Mujeres Diversas, participando de los debates públicos del presupuesto local. Realizamos gestiones para clubes e instituciones de la ciudad, entre otras iniciativas.

Además de ser docente universitaria, llevas varios años trabajando en el sector público como asesora en diferentes temas ¿Qué ha significado eso para vos?

Significa formación y compromiso permanente. Creo en la metodología de trabajo y en hacer carrera en la política. Y también me gusta que las personas que transitamos las universidades, aportemos a la vida pública activa de las comunidades donde vivimos.

Realicé asesoramiento técnico a legisladores provinciales y diputados nacionales. Trabajé en la ejecución de políticas públicas nacionales. Y también en la implementación de perspectiva de género en el Ministerio de Salud de Neuquén.

¿Y en PAMI cómo ha sido esa experiencia de gestionar en pandemia?

La coordinación de PAMI en Rio Negro es una responsabilidad hermosa. Trabajamos para 90.000 afiliadas y afiliados de la obra social más grande de América Latina. Pero esta tarea no la llevo adelante sola. Somos un grupo de trabajo integrado por las autoridades de PAMI a nivel nacional que nos acompañan en cada cosa que hacemos y al equipo que armamos en Rio Negro junto al Dr. Diego Mel.

Creo absolutamente en el armado de equipos, en escuchar, aprender de las experiencias y después tomar las decisiones para transformar.

Gestionar una institución de salud en tiempos de pandemia sumó presión al trabajo cotidiano pero redoblamos el compromiso y atendimos las necesidades que tenían las personas afiliadas a PAMI en un momento donde eran las más sensibles frente al virus.

Pusimos mucha creatividad y diálogo en la gestión pública, para transformar situaciones problemáticas en respuestas concretas. Innovamos en la atención de trámites para adaptarnos a los nuevos tiempos; saneamos deudas para poner a la obra social de pie y apoyar económicamente todo el sistema de salud público y privado de Rio Negro; implementamos políticas públicas nuevas como el acceso a medicamentos gratuitos; creamos y fortalecimos una red de acompañamiento a las personas afiliadas que estaban solas. 

Y ahora estamos trabajando en ampliar la cartilla de especialidades en todo Rio Negro, y estamos promoviendo la participación de las personas mayores a la vida activa y presencial.

¿Y cómo ves la situación política de la provincia?

Nuestro contexto es de pandemia y guerra, pero para Río Negro hay muchas posibilidades de crecimiento en un mundo que esta demandando energía y alimentos, que es lo que podemos producir aquí.

Pero paradójicamente dentro de nuestro partido o frente electoral, nos encontramos a veces con mayores diferencias en el análisis, que con otras fuerzas partidarias.

Y no hay que perder el tiempo, porque la gente necesita respuestas ahora. Tenemos que trabajar  juntos todos los sectores que coincidimos en que el desarrollo de Río Negro es posible en esta coyuntura, y que ese desarrollo sea con inclusión, generando más empleo y bienestar común.

Y teniendo en cuenta que vivís en Roca, ¿cómo ves la ciudad?

Roca es una ciudad que tiene tres universidades públicas; es cuna de empresas importantes de la provincia; es polo sanitario de gran crecimiento; tiene muchos clubes sociales; medios de comunicación; movimientos sociales; tiene una producción cultural notable y un entorno natural privilegiado.

Sin embargo, no tenemos claro cuál es la perspectiva de futuro para nuestra ciudad, hacia dónde vamos. Y cuando no se planifica y se piensa en el futuro de las ciudades, es probable que mucha gente vaya quedando afuera, sufriendo las consecuencias. Eso es lo que más me preocupa.

A mí me gustaría que todos esos actores que mencioné y los vecinos en general, nos encontremos a construir la agenda 2030 de cara al cumplimiento de los Objetivos del Desarrollo Sostenible en nuestra ciudad, por ejemplo. Los ODS buscan erradicar la pobreza, proteger el planeta y asegurar la prosperidad para todos.

Y me gustaría que eso se haga en espacios de colaboración entre el Estado local, Provincial y la Sociedad Civil, donde se encuentren, dialoguen, se escuchen con modestia, se respeten y piensen acciones conjuntas que mejoren la vida de quienes vivimos aquí y ahora y por las generaciones que vienen.

¿Y qué debe incluir una agenda que piense el futuro de la ciudad?

Podemos decir que la gente quiere tener trabajo, no sufrir inseguridad, tener un terreno con servicios, no sufrir violencia en sus hogares, quiere tener agua, quiere que sus hijas e hijos tengan oportunidades.

Pero la agenda de la ciudad se debe construir escuchando, para después poder transformar. Siento que ese proceso está ausente en Roca, y hay muchas vecinas y vecinos comprometidos, otros estudiosos, otros solidarios, que quieren contar sus necesidades y también ideas.

Hay temas que me gustaría se trabajen como la perspectiva de Cuidados en las políticas públicas; que Roca se involucre en un proceso de Transición Ecológica y adaptación a la Crisis Climática; que se promueva la Economía Circular y la Gestión de Residuos con más esfuerzo; que se planifique la Matriz Productiva de la ciudad y desde ahí se acompañe más a las Pymes industriales, tecnológicas, comerciales y culturales, por ejemplo, que son las que promueven el empleo. Hay que trabajar en la promoción de la Seguridad Ciudadana y la Salud Comunitaria; por ejemplo, muchos gobiernos locales en el mundo están trabajando en la democratización del acceso a la salud mental para vivir mejor.

Pienso que para construir una Roca del futuro, se necesita innovación en la gestión pública local, se necesita más diálogo institucional entre los estados y convocar a la sociedad civil para escuchar y construir las gestiones comunes que puedan dar respuesta a los problemas comunes.

¿Una idea que te gustaría plasmar en la ciudad?

Con Martin Doñate hablamos mucho sobre Roca y Rio Negro, y siempre coincidimos en esto que mencionaba recién, la necesidad de diseñar políticas desde una perspectiva joven y de innovación. Creemos que Roca puede ser punta a nivel país, y recobrar la fuerza que tuvo la ciudad post 2003 que de alguna manera se fue apagando un poco.

Tenemos un sueño y es la creación de un Parque de Oportunidades. Así como se crean y desarrollan los Parques Industriales, pensamos un Parque de Oportunidades que incluya un polo tecnológico e incubadora de inversiones, de acceso a formación y al crédito, que tenga espacios de experimentación, que motive a las y los jóvenes a desarrollar ideas, emprendimientos, sus propias PYMES. Que sirva a la orientación vocacional para los estudiantes secundarios que están en sus últimos años también. Donde el capital principal a promover e incentivar en las pibas y los pibes sean las ideas y la voluntad, y no el económico y el financiero per se.

Tenemos que ofrecer a las nuevas generaciones de roquenses escenarios arquitectónicos y tecnológicos innovadores donde puedan encontrarse e inspirarse.

Que se concreten estos sueños con gestiones públicas, es la clave de un futuro grande y próspero para Roca y Río Negro.