Los reclusos señalaron que Salas les daba medicamentos a cambio de mantener relaciones sexuales con él.
La investigación, liderada por la fiscal María Florencia Salas, reveló detalles escalofriantes. Según informes, el imputado supuestamente entregaba a los internos hasta 300 pastillas de Rivotril o clonazepam, a sabiendas de la escasez de insumos médicos en la prisión. La única forma de acceder a los medicamentos parecía ser a través de encuentros sexuales con el jefe de Sanidad.
El operativo para arrestar a Salas, inicialmente planeado en la Unidad Penal de Batán, tuvo que adelantarse debido a que el acusado sospechó lo que se avecinaba y evitó presentarse a trabajar. Sin embargo, las autoridades lograron capturarlo entre las calles de Falucho y Santiago del Estero, en el centro de Mar del Plata. Tras su arresto, se llevó a cabo una búsqueda exhaustiva en su gabinete en la cárcel, donde se encontró más evidencia incriminatoria.
Preservativos usados en el área de la sala de rayos a la que tenía acceso, grandes cantidades de frascos de gel íntimo en diferentes sectores de su oficina y documentación relacionada con los hechos fueron incautados y puestos bajo el análisis de la Fiscalía N°1.
