En el cruce de las calles Gelonch e Islas Orcadas se levanta imponente uno de los espacios que por décadas ha sido un centro de reunión para inmigrantes chilenos y una referencia para el ambiente cultural local y regional y que estuvo cerrado casi una década.

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Se trata del Centro de Residentes Chilenos «Violeta Parra», un espacio muy valioso para mantener vivas las raíces de los más de 70.000 residentes chilenos (cifra que contempla a quienes llegaron a Argentina y su descendencia) y de la Patagonia, que reabre sus puertas en un día muy especial como es el 18 de septiembre en homenaje a la conformación de la Primera Junta Nacional de Gobierno, que se realizó en 1810. 

Con la reapertura del Violeta Parra vuelven las tradicionales ramadas, las fiestas tradicionales chilenas que unen a todos los chilenos y chilenas, más allá de las diferencias de clases sociales y lugares donde residan. Y se trata sin dudas de una celebración que hermana al pueblo trasandino con el argentino ya que se homenajea a José de San Martín, un prócer que si bien nació en Argentina, consiguió con su heroico cruce de la cordillera de Los Andes junto a su Ejercito, liberar a varios países, entre otros a Chile.

El detrás de escena de la reapertura del Centro de Residentes Chilenos tiene varios capítulos y es un reflejo de un enorme esfuerzo de un grupo de hombres y mujeres que sintieron la necesidad de devolver a la ciudad un punto de reunión y comunión muy importante.

Pedro Barrias, secretario de la nueva comisión directiva del Violeta Parra contó en una entrevista con un medio roquense cómo fue el proceso.

«Vimos la necesidad de volver a tener ese espacio y también algunos socios antiguos y otros nuevos, lo pidieron. Entonces se llamó a reunión y con el asesoramiento de Personería Jurídica y gente que nos dio una mano para poner al día todo, se eligió una comisión directiva nueva. Encontramos el salón destruido, sin gas, sin luz, sin agua, con deudas municipales. Realmente era caótico, pero con el esfuerzo de algunos logramos sanear todos los números, fueron dos años que nos costaron sangre, sudor y lágrimas», enfatizó Barrias.

En el proceso fue necesaria incluso la intervención de la Justicia ya que algunos integrantes de la anterior comisión no querían entregar los libros de actas, lo que permitía completar el proceso de regularización. Con un interventor de por medio fue posible dar ese paso que habilitó el proceso de elección de una comisión, compuesta por aquellos socios viejos que quedaron desplazados en su momento y referentes nuevos.

«Somos una comisión seria, con gente con muchas ganas de trabajar» contó Barrias quien aprovechó a convocar a los residentes que deseen acercarse otra vez al Violeta Parra.

La comisión está integrada por: Presidente Fernando Seguel, vicepresidente José Pulgar, el Tesorero es Cleman Cortéz, Pedro Barrias secretario, Valentina Araneda prosecretaria, Nicole Molina, revisora Cuentas y Patricio Seguel es vocal.

 

Cronograma de actividades

Para la semana de la reapertura y celebración de la independencia las actividades son:

Miércoles 18 a las 11:30 en la plaza San Martín entrega de la ofrenda floral al General San Martín, en reconocimiento a la liberación del país.

A las 12 del mediodía del mismo día se inaugura la Feria Artesanal en el exterior del Centro de Residentes (Islas Orcadas y Gelonch). Allí habrá un micrófono abierto para quienes deseen cantar, también se realizarán bailes, juegos tradicionales.

Se ofrecerá venta de empanadas, choripán y chupilca.

La feria cierra a las 17:30.

A las 20:30 es la reinauguración oficial del centro, con las presencias confirmadas de la intendenta María Emilia Soria y la posibilidad de que llegue el gobernador Alberto Weretilneck. Todos los concejales roquenses confirmaron su asistencia.

A la noche se proyectarán imágenes de los 39 años del Centro de Residentes, que se cumplieron el 17 de agosto. 

El sábado desde las 20:30 seguirán los festejos, con espectáculos artísticos y la presencia del cuerpo de baile y músicos chilenos «Cancahual» que llega desde Valdivia (Chile).

La actividad de viernes y sábado representa además el regreso de las famosas «ramadas chilenas», una liturgua muy importantes para el pueblo.

«La ramada es algo muy específico. En la historia chilena, hace muchísimos años, las grandes elites chilenas hacían las fiestas de la independencia en sus grandes estancias. Y como los peones quedaban fuera y comían las sobras que les daban los patrones, ellos se encargaban de cortar ramas y hacer su casita. Allí bailaban algo que por entonces se llamaba la ¨Zamacueca¨ que luego se volvió la cueca, que fue instituida como baile nacional recién en 1986», contó Barrias.

Para adquirir entradas para el miércoles por la noche se pueden ir a Lubrano Hogar de Tucumán 1.138, Kiosco Rayado de Tucumán 1.558 y Pago Fácil de Kennedy 1.950. El costo es de 6.000 pesos por persona.