Desde el Consejo de Bienestar Policial conformado por representantes de todas las unidades regionales de Río Negro, anunciaron esta tarde una retención de servicios en reclamo de un aumento salarial. Señalaron que la medida se mantendrá hasta que sean convocados a una mesa con el Gobierno Provincial.

“Decidimos cortar los servicios de prevención y los servicios de adicional en toda la provincia excepto los llamados de suma urgencia y puestos judiciales. Todos los móviles están bajando a las unidades”, comunicó uno de los voceros, Rubén Muñoz, expolicía cesanteado.

Desde la semana pasada los uniformados, retirados y sus familias están realizando acampes en Roca, Viedma, Bariloche, Cipolletti y Los Menucos. Hoy además una caravana se dirigió hasta la capital rionegrina y entregaron un petitorio frente la Casa de Gobierno a las autoridades. “Hoy el Gobierno nos pidió tiempo, le dimos el tiempo, estuvimos todo el día en la plaza y no nos convocaron”, señaló Muñoz.

A las 16 se realizó una asamblea donde definieron esta nueva medida de fuerza. El referente mencionó que en la provincia hay unos 8000 policías activos.

Por otro lado, este medio consultó al Ministerio de Seguridad en Viedma por la retención de servicios y manifestaron que desconocen la medida. Agregaron que les sorprende porque “la Policía está prestando servicio normalmente”.

Desde el Consejo de Bienestar Policial que está integrado con miembros activos en todas las jerarquías, administrativos, familiares y penitenciarios reclaman un básico de $130 mil para un agente ingresante.

La ministra de Seguridad Betiana Minor anunció la semana pasada una cifra muy menor a la solicitada de $85 mil para el agente ingresante del escalafón seguridad y mientras que un agente ingresante técnico administrativo sin vivienda cobrará un piso mínimo de $65.000.
Esto no ha calmado los ánimos y los acampes continúan con más medidas de fuerzas.