Las campañas proselitistas apelan a cualquier recurso, ya sea para ganar votos o, también, para ensuciar a un adversario político. En la localidad neuquina de Plottier, el próximo domingo los vecinos deberán elegir al intendente. Son tres los principales candidatos.

Generó indignación en esa localidad en las últimas horas, los paquetes de leche descremada y quesos que se entregaron con motivo del día de la Infancia, y que en sus envases tenían impresa la cara del candidato a intendente, Andrés Peressini.

El recurso fue el mismo que utilizó el gobernador de Buenos Aires, Carlos Ruckauf, en 2001, cuando, en plena campaña, hizo estampar su nombre en zapatillas para los chicos.

Mientras algunos salieron a acusar a Peressini en medios y redes sociales -hasta lo llegaron a tratar de “mala leche”-, otros deslizaron que pudo ser una campaña de desprestigio desde otros sectores hacia el candidato.

Como si fuera poco, al cuestionamiento por la entrega de esos productos también le sumaron el hecho que se trata de alimentos de primera necesidad y que, además, se entregó a los niños leche descremada.