Las cajas de huevos que uno tiene a disposición en casa cada vez que se termina media docena o una docena de huevos tienen un universo de posibilidades que, definitivamente, está infrautilizado.

Estos recipientes que, no obstante, se reciclan muy bien, pueden perfectamente quedarse en casa y tener numerosas funciones.

Sobre todo, la mayor parte de sus usos son para maximizar el almacenamiento del hogar y encontrarle un lugar a aquello que no lo tiene, gracias a su especificidad de estar organizadas en pequeños depósitos.

Macetas y semilleros

Los aficionados a la jardinería están de enhorabuena, pues estas cajas son súper idóneas para plantar pequeñas semillas y después trasplantarlas con el mismo envase biodegradable a su emplazamiento definitivo sin tener que someterlas a ningún estrés. Sus pequeñas dimensiones y su capacidad para mantener la humedad de la tierra resultan perfectas. Además, se pueden perforar fácilmente para facilitar el drenaje del agua sobrante.

Manualidades infantiles

Con estas cajas se puede pasar una tarde de diversión junto a los más pequeños. Por ejemplo, se puede construir un castillo de dragones gracias a sus cúpulas que pueden hacer las veces de torreón, o con cada una de sus divisiones se pueden pintar divertidos personajes con ojos y boca. Las ideas son tan ilimitadas como la creatividad de los más pequeños.

Caja de almacenamiento

Las cajas de huevos tienen unas pequeñas dimensiones que las hacen ideales para ser un costurero sostenible y almacenar, por ejemplo, botones y pequeños en Garcés de costura. También, dedales y accesorios de pequeñas dimensiones de las máquinas de coser. No obstante, no solo en la costura pueden ser útiles, pues también pueden guardar otros objetos de pequeñas dimensiones, como anillos o pendientes, funcionando como joyero.