Cuando el caso llegó al STJ, la acusación se basaba en el argumento de «matar por espíritu de perversidad». Tras un análisis detenido, el tribunal concluyó que esta circunstancia no había sido establecida ni podría ser probada en un nuevo juicio, por lo que optaron por no prolongar el proceso legal.

Tenía perros muertos y desnutridos: le formularon cargos por maltrato animal

El incidente tuvo lugar el 21 de septiembre de 2021, cuando Abdala paseaba con un cachorro en sus brazos en una plaza céntrica de Roca. En ese momento, apareció Byron, un perro de raza Terranova, y Abdala, temiendo por la seguridad de su cachorro, le propinó una o dos patadas que resultaron en la muerte del perro por heridas internas, todo ello registrado en video.

La sentencia del STJ destacó la importancia de las garantías constitucionales y las limitaciones procesales en el caso. Se exploraron dos interpretaciones posibles del término «perversidad», ninguna de las cuales podría ser demostrada en un nuevo juicio.

La primera interpretación, que asocia «perversidad» con «matar sin motivo», fue desechada porque la agresión al perro fue considerada una reacción a un motivo específico, y no indicaba animosidad contra los perros en general, ya que Abdala paseaba uno.

La segunda interpretación, que equipara «perversidad» con «matar por placer», también fue descartada, ya que se demostró que la agresión fue un hecho «aislado y circunstancial» en la vida del acusado.

El STJ subrayó que la absolución no implica respaldo a la respuesta del acusado y que la ley 14.346 exige pruebas de un ánimo perverso para una condena, lo cual no pudo ser establecido en este caso.