El robo de cables, que ha generado pérdidas millonarias para la empresa Edersa y un alto impacto para los usuarios, es un flagelo que deberá ser abordado desde distintos ámbitos y con herramientas que van más allá desde las simples recorridas con móviles policiales por la zona rural.

A partir de esa premisa, el viernes, en Cipolletti, actores de distintos ámbitos comenzaron a abordar un problema que se incrementa día tras día.

La Secretaria de Energía, Andrea Confini, el gerente general de la empresa Edersa, Raúl Barhen, representantes del Ministerio Público Fiscal (MPF) y efectivos de las brigadas de investigaciones de Cipolletti, Cinco Saltos, Allen y General Roca participaron del encuentro que fue un punto de partida para abordar la problemática.

¿Cómo abordar este flagelo? Esa fue la pregunta que convocó a los funcionarios de distintas áreas quienes durante varios minutos escucharon una exposición del gerente de la empresa Edersa, quien detalló la cantidad de robos y los efectos que tiene sobre la población.

Un funcionario que participó del encuentro explicó que la preocupación aumenta no sólo por las pérdidas millonarias sino también porque es un delito que resulta difícil de detectar y también de comprobar. “Entre el 70 y el 80 por ciento de los robos se produce en la zona rural, en horarios nocturnos donde casi no hay vigilancia”, reconoció un efectivo de la rionegrina que participó del encuentro.

Aclaró que una vez que se concreta, es muy difícil de seguir judicialmente porque esos cables se queman en pocos minutos y ya no hay pruebas que te permitan determinar el origen. A ello hay que agregar que los precios del cobre aumentaron de manera importante y un kilo se puede pagar entre 1500 y 2000 pesos en el mercado negro.

Más transformadores

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Se calcula que un transformador de porte mediano, puede llegar a tener un núcleo entre 100 y 150 kilos de cobre, un dato significativo que resulta ser un “verdadero tesoro” para las bandas que se dedican a este tipo de delitos.

“La vandalización de los transformadores puede generar entre 250 y 300 mil pesos. Esto ha derivado en que las bandas cada vez cuenten con más conocimientos y herramientas para concretarlos”, detalló.

El último hecho ocurrió sólo unas horas antes de que se concrete esta reunión, cuando sustrajeron un transformador de media tensión de 40 KVA de potencia en la zona rural de Allen, una de las ciudades con más delitos de este tipo.