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Rosas del Valle impulsa la creación de un Banco Regional de Drogas Oncológicas

Rosas del Valle, una agrupación de mujeres de General Roca que superaron el cáncer de mama, impulsa la creación de un Banco Regional de Drogas Oncológicas para personas sin obra social, con el objetivo de garantizar tratamientos oncológicos en tiempo y forma.

Actualmente, 32 socias activas colaboran en actividades de recaudación de fondos y apoyo mutuo. La agrupación surgió a partir de la experiencia compartida de enfrentarse al cáncer de mama, y continúa ayudando a mujeres que atraviesan la enfermedad.

En 2023, un grupo de 15 mujeres se acercó a la institución en busca de ayuda. Sin cobertura social, dependían del stock disponible en los hospitales para recibir sus tratamientos. Algunas esperaban hasta cinco meses por la Goserelina, un medicamento vital para reducir la posibilidad de reincidencia al cáncer en mujeres jóvenes.

“Estaban muy preocupadas por la demora, así que recurrimos a un recurso de amparo”, explicó Graciela Paternotoli, presidenta de Rosas del Valle. Si bien la justicia respondió en dos meses, la situación puso de manifiesto una grave problemática que afectaba a muchas pacientes oncológicas sin recursos.

A partir de esa experiencia, comenzaron a investigar la posibilidad de crear un banco de drogas oncológicas. “En otras provincias como Buenos Aires, Santa Fe y Salta ya existen bancos de drogas que funcionan bien”, comentó Graciela.

Así surgió la idea de impulsar un Banco Regional de Drogas Oncológicas, inicialmente pensado para el hospital Francisco López Lima, pero que se extendió a nivel provincial, con posibles sedes en la Zona Atlántica y Bariloche.

En diciembre de 2023, presentaron el proyecto en la Legislatura, donde esperan que sea tratado en comisiones. “Logramos que se votara por unanimidad que el proyecto tenga prioridad en su tratamiento”, destacó Graciela, quien aseguró que han recibido respuestas positivas de varios bloques.

El proyecto no requeriría de nuevos recursos, ya que los hospitales cuentan con farmacias y farmacéuticos. La clave estaría en una organización más planificada de los medicamentos, considerando las necesidades de cada región y la llegada constante de nuevos pacientes oncológicos.

Las deficiencias en el sistema de salud son evidentes, y los pacientes oncológicos no están exentos de ellas. En Roca, por ejemplo, el mamógrafo estuvo fuera de servicio desde julio. “Una mujer se acercó a nosotras el sábado pasado. Desde entonces está esperando una mamografía urgente y le dijeron que se fuera a Allen, pero no hay turnos porque esa ciudad está cubriendo toda la zona”, relató Graciela, quien agregó que desde la asociación gestionaron atención en el Juan XXIII. 

Retrasar los tratamientos oncológicos no solo afecta físicamente, sino también emocionalmente. “Suspender un tratamiento genera ansiedad, frustración y miedo a que el cáncer vuelva”, expresó Graciela, subrayando la importancia de garantizar la continuidad de los tratamientos.

A casi un año de la presentación del proyecto, Rosas del Valle sigue a la espera de que sea tratado en la Legislatura, con la esperanza de mejorar la calidad de vida de las pacientes oncológicas en toda la región.


Gentileza anr
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