La última eliminada de Gran Hermano, Rosina Beltrán, no se quedó callada ante las críticas que recibió durante su paso por el reality. La uruguaya decidió enfrentar a Laura Ubfal, una de las analistas del programa, por los comentarios negativos que se dijeron sobre su personalidad.

Desde su salida de la casa de Gran Hermano, el ambiente se ha vuelto más tenso y acalorado, con estrategias y peleas constantes entre los participantes. Además de buscar oportunidades laborales en los medios, los exparticipantes también aprovechan este momento para hacer su descargo sobre las críticas recibidas.

CHICOS ROSINA DEVORÓ ACÁ pic.twitter.com/X773wb2UjD

— feli (@nom0leste) April 4, 2024

Rosina fue blanco de numerosos comentarios que giraban en torno a su carácter aniñado y su juego de seducción con los compañeros varones. Una vez fuera del programa, pudo ver todo lo que se dijo de ella y descubrió las críticas y comentarios picantes que le habían hecho.

Fue en el programa «Se picó», conducido por Gastón Trezeguet, donde Rosina se enfrentó a Laura Ubfal por sus comentarios negativos hacia su persona. Si bien la exjugadora había afirmado que no le importaban los malos comentarios, aprovechó la oportunidad para hacerle un reproche a la periodista.

«No quiero llenarme de cosas negativas. Me enteré aquí que Isabel dijo que tengo un retraso», comenzó Rosina, mientras miraba fijamente a Ubfal. Y añadió: «También escuché a Laura que me trató de autista y quién sabe qué más».

El aire se volvió incómodo en ese momento. Laura trató de explicar que había tenido una conversación con la madre de Rosina sobre el tema y que sus comentarios se debieron a que no entendía su personalidad. Sin embargo, a la uruguaya no le importó y continuó con su reclamo.

«Decir que tengo problemas mentales y otras cosas que me parecieron horribles. Aunque no me afecta porque estoy segura de quién soy. Otras cosas pueden afectarme, pero esto no porque estoy tranquila con mi personalidad», afirmó Rosina, dejando claro que quería confrontar a la panelista.

Este fuerte encontronazo muestra cómo los participantes de Gran Hermano enfrentan las críticas y los comentarios negativos una vez que salen del programa. Para Rosina, fue importante expresar su indignación y defenderse de los ataques a su personalidad. La polémica continúa en el mundo del reality show.