Un llamado anónimo alertó a los operadores de la línea 911 que en el interior de una casa, un conocido delincuente tenía cautiva a una mujer, a la que la estaba sometiendo sexualmente desde hace al menos tres días. Alertado de la denuncia, el captor dejó ir a su víctima, quien escapaba al mismo momento que los patrulleros de la Policía de Río Negro llegaban al lugar sindicado.

Aunque rige un hermetismo absoluto, teniendo en cuenta la cantidad de hechos graves que están sucediendo en el último tiempo en Roca, fuentes consultadas por Mejor Informado confirmaron el caso y brindaron información exclusiva que confirma el secuestro y los abusos reiterados a la víctima de unos 35 años de edad.

Según lo que trascendió, una llamada anónima alertó al 911 de lo que estaba sucediendo en una vivienda del barrio Brentana, «El Valija Cofré tiene secuestrada a una mina, la faja y la viola a toda hora. La tiene en una casa al lado de donde vive la hermana», le dijeron de manera muy rápida al operador.

A los pocos minutos, un patrullero de la Comisaría 67° de Stefenelli llegó al lugar señalado, una casa conocida por el personal policial por tratarse de una familia de múltiples antecedentes, aunque siempre relacionados con robos a mano armada. De hecho, Cofré estuvo preso en varias oportunidades y en la actualidad estaba en libertad tras cumplir la última pena por el asalto a una estación de servicio sobre Ruta 22 y una casa de comidas en el centro de Roca.

De acuerdo a la poca información que se conoce, mientras los policías estaban llegando a la vivienda, pudieron ver a una mujer que salía corriendo de la propiedad. Inmediatamente se le brindó contención y la ayudaron a salir del lugar. En tanto que otros uniformados lograron detener al delincuente y se le dio intervención a la fiscalía de turno.

La víctima pudo relatar que desde el domingo estaba privada de su libertad y en su cautiverio fue golpeada muchas veces y violada de manera reiterada. Además, identificó al agresor como El Valija. Contó que fue sacada por la fuerza de su casa del barrio Quinta 25, al norte de la cárcel de Roca, y de allí fue trasladada al lugar donde la mantuvo prisionera, a unas 50 cuadras de distancia.

Ante la gravedad del caso, la fiscalía activó el protocolo de abusos, fue llevada al hospital para ser atendida por los médicos teniendo en cuenta el estado en el que se encontraba, con marcas de golpes en todo el cuerpo y cortes en la cabeza, como consecuencia del brutal ataque al que fue sometida. Y también se le dio intervención a la Oficina de Atención a la Víctima.

El agresor quedó detenido, alojado en una comisaría de la localidad y se espera que en las próximas horas le formulen cargos por el violento hecho.