La escultura es alusiva a la figura de una garza blanca (aldea alba) que, diariamente, revolotea por el Área Natural Paso Córdoba, de Roca.

Está tratada con material reciclado que fuera recolectado durante la Jornada de Limpieza que se realizó en el sector de bardas, más materiales recuperados de la Planta de Residuos I de la ciudad.

El trabajo fue realizado por el artista necochense Germán Hary, en una iniciativa conjunta entre el municipio y Alba Stucchi (docente y directora de nivel inicial, de la Escuela del Valle), impulsora del proyecto Puro Río.

Estas atrapantes esculturas quedaron colocadas en esas especies de avenidas que entrega la zona de bardas, hace unos 15 días atrás. Para ser más precisos, y para que tengas un buen arribo a ellas, se ubican en el sector conocido como “lagunas naturales” (a unos 100 metros del estacionamiento del pedrero, al Este del Área Natural Protegida Paso Córdoba).

La garza madre mide aproximadamente 2 metros de altura y está sobre una base de piedras; su principal material es el hierro y en su pico tiene un pez (con objetos reciclados en la limpieza realizada el pasado 24 de abril).

“Esta iniciativa tiene por objetivo fomentar la toma de conciencia ambiental a través del arte, reflexionando sobre la huella que generan las actividades humanas y los residuos”, contó Stucchi a LA COMUNA.

La garza blanca también es conocida como la garceta grande; un ave acuática de plumaje blanco, grande y esbelta, que puede alcanzar el metro de altura. Vuela con su largo cuello retraído, pero suele caminar con él estirado. Tiene el pico amarillo y las patas negras con dedos negros (su pico puede oscurecerse y la parte inferior de las patas aclararse durante la época de cría). La especie es parcialmente migratoria. Es una de las garzas más ampliamente distribuidas por el mundo, ya que ocupa todos los continentes salvo la Antártida.

La escultura está en un espacio público, rural, y también demanda el cuidado de todos los vecinos.