Detrás de la imagen de mujer fuerte y centrada que siempre ha mostrado en los medios, Sol Pérez confiesa que ha tenido su lado tóxico en el pasado. La mediática panelista, reconocida por sus opiniones sensatas y acertadas, revela ahora una personalidad completamente desconocida hasta ahora.

En el programa La casa del streaming, en el cual se hablaba sobre la toxicidad de las relaciones, Sol Pérez no pudo evitar revelar sus propias experiencias tóxicas. «No tengo antecedentes penales, pero tal vez no me denunciaron», confesó entre risas, dejando claro que ha tenido actitudes poco sanas en el pasado.

Aunque la panelista aclara que ha cambiado por completo y que con su actual pareja no tiene comportamientos tóxicos, decidió compartir una de sus peores actitudes en una relación pasada. Mientras disfrutaban de unas vacaciones familiares junto a amigos, Sol se volvió insegura al notar que una de las chicas del grupo miraba a su pareja y le coqueteaba.

«En mi cabeza tóxica, empecé a imaginar situaciones que no estaban ocurriendo. Fue entonces cuando se me ocurrió una idea completamente enfermiza», confesó Sol. Mientras su pareja y su amiga disfrutaban en el agua, ella se colocó estratégicamente para lanzarle la pelota cerca de él, provocando una reacción que, según sus palabras, fue como «prender fuego».

Desesperada, Sol corrió hacia la orilla y llamó a su pareja a gritos, causando un espectáculo bochornoso frente a todos. «Estaba completamente loca, llena de gente y él estaba con mi papá, quien le decía que no saliera», añadió. Fue entonces cuando su padre intervino para calmar la situación y Sol accedió a dar un paseo por la orilla para alejarse de la situación.

En un mensaje final, Sol Pérez busca ayudar a aquellos que están viviendo situaciones tóxicas en sus relaciones. «El tóxico la pasa mal. No puedes vivir en paz si siempre estás creando historias en tu cabeza», advierte la mediática panelista.

Esta revelación de Sol Pérez ha sorprendido a todos, mostrando un lado oscuro que contrasta con su imagen pública. Sin embargo, se trata de una clara demostración de cómo es posible cambiar y aprender de los errores para mejorar nuestras relaciones.