Tamara Báez, conocida por su relación con el cantante L-Gante, decidió compartir con sus seguidores un momento de reflexión en el que habló sobre su vida actual y sus planes para el futuro. A sus 24 años, Tamara se siente satisfecha con lo que ha logrado hasta ahora, pero es consciente de que vivir de las redes sociales no es una opción duradera.

Si bien su popularidad se disparó gracias a las redes sociales, Tamara Báez reconoce que la fama puede ser efímera y que deberá buscar otras formas de mantenerse una vez que no cuente con los beneficios actuales. Con una mirada retrospectiva, Tamara analizó cómo eran las cosas antes de volverse famosa: «Cuando empecé a hacer publicidades, lo primero que hice fue comprar cosas que necesitaba, como una heladera, una mesa grande para la familia, un lavarropas, una cama king. Siempre me he comprado las cosas que he querido».

La joven influencer destaca que siempre ha invertido en lo que considera necesario y ha trabajado duro para llegar hasta donde está ahora. Aunque reconoce que ha recibido críticas en el pasado, asegura que ahora son escasas y que siempre estarán presentes. Tamara se siente orgullosa de lo que ha logrado hasta ahora y menciona sus planes para el futuro: «Tener mi propio auto me brinda una gran tranquilidad. El próximo año, mi hija irá al jardín en nuestro propio transporte y yo me dedicaré a estudiar, porque no pretendo vivir siempre de las redes sociales».

Tamara Báez desafía a aquellos que la critican a que se lo digan en persona, destacando el desconocimiento que tienen sobre su vida y sus logros. A los 24 años, se siente orgullosa de lo que ha sido capaz de lograr y enfatiza su determinación en conseguir sus objetivos a su manera.

Para Tamara, su pasado y los trabajos que ha tenido son parte de su identidad. No olvida sus orígenes y se mantiene fiel a sí misma, recordando los momentos en los que vendía sándwiches de milanesa y barbijos. Con o sin pareja, su objetivo es siempre el mismo: ser una persona auténtica y luchar por sus metas.