Pasaron 30 años desde el devastador atentado en la sede de la AMIA en el barrio del Once, pero los vecinos de la zona todavía viven con miedo. El reciente ataque de Irán a Israel ha renovado las tensiones en la comunidad judía, generando preocupación y temor a posibles represalias.

La escalada del conflicto en Medio Oriente ha despertado el temor a un nuevo atentado en una zona que aún no ha cerrado las heridas de aquel fatídico 18 de julio de 1994.

Los residentes de la zona, al ser consultados sobre su sentimiento de seguridad, expresaron su preocupación y la angustia que sienten ante la posibilidad de un nuevo ataque. El recuerdo del atentado de 1994, que dejó 85 muertos y cientos de heridos, sigue vigente en las calles del Once.

«Si algo pasa, es salir corriendo para el sótano», manifestó uno de los residentes, reflejando el miedo latente que se vive en la zona. Otro vecino no dudó en preguntar: «¿Cómo no vamos a estar con miedo?», recordando la tragedia que marcó para siempre a la comunidad judía.

A pesar de los años transcurridos, la justicia argentina no ha logrado enjuiciar a los responsables del atentado a la AMIA. Si bien se sostenía que los autores materiales eran miembros de la organización terrorista Hezbolá, con apoyo de Irán, una investigación posterior puso en duda esta versión. Las incertidumbres y las sospechas sobre los verdaderos responsables añaden más inquietud a la comunidad.

La reciente escalada del conflicto entre Israel e Irán ha encendido las alarmas en la zona del Once. Los edificios vinculados a la comunidad judía han reforzado su seguridad, así como otras ubicaciones consideradas vulnerables a posibles ataques.

La presencia policial se ha intensificado y se realizan inspecciones regulares en locales y vehículos en busca de posibles explosivos. El miedo se ha vuelto palpable en las calles del Once, donde los trabajadores y residentes sienten el temor constante de un inminente ataque.

Ante esta situación, el presidente de la DAIA, Jorge Knoblovits, ha expresado su preocupación y ha instado a todos a tomar precauciones. «Todo el mundo tiene que comportarse como si un atentado fuese posible», enfatizó. Las repercusiones del conflicto en Medio Oriente se sienten en todo el mundo, y Argentina no está exenta de estas tensiones. El gobierno argentino condenó el ataque de Irán a Israel y reafirmó su apoyo al derecho legítimo de defensa del Estado de Israel. Sin embargo, el temor a una crisis de alcance global persiste.

La tragedia de 1994 dejó heridas profundas en la comunidad judía y en la sociedad argentina en su conjunto. El temor a un nuevo ataque en el Once sigue presente, causando preocupación y manteniendo a los residentes en constante alerta.

Mientras tanto, la comunidad internacional sigue atenta a la evolución del conflicto en Medio Oriente, con la esperanza de que la paz prevalezca y los actos de terror sean finalmente erradicados.