El estado de las calles deja en evidencia que otra lluvia como esta o inclusive menor puede complicar aún más las cosas. Los 24 milímetros del fin de semana quedan chicos si los comparamos con lo que llovió en febrero de este año: fueron 90 milímetros que se precipitaron en una noche.  

En Roca las consecuencias aparecieron en los barrios periféricos como también el centro de la ciudad. En el centro las cloacas se rebalsaron y calles como 9 de Julio o José Ingenieros no tardaron en inundarse.   

La filtración de agua perforó las calles asfaltadas y en todas partes de la ciudad aparecen pozos que son un problema para el tránsito de la ciudad. 

El problema parece ser mayor en las calles de ripio: mucho barro, autos y camiones encajados; y la dificultad para que sean caminadas.  

En Allen se inundó el ingreso al hospital Ernesto Accame y en los diferentes barrios de la localidad los vecinos manifestaron la situación por la que atraviesan debido al temporal de lluvia.   

En Fernández Oro una camioneta quedó encajada en el medio de la calle cuando intentaba hacer el reparto correspondiente de su trabajo.  

La situación fue la misma para las demás localidades del Alto Valle. Ahora tendrán que darle prioridad al arreglo de las calles en los barrios donde no hay veredas y los vecinos no pueden transitar a pie.