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Tres arbustivas de temporada, ideales para decorar nuestros jardines

Tres arbustivas de temporada, ideales para decorar nuestros jardines

De a poco comienzan a llegar las jornadas más frías a la región, pero eso no nos detiene si de decorar nuestros jardines se trata. Y en este contexto, es ideal buscar algunas arbustivas de temporada, para aprovechar al máximo el color que nos pueden brindar. Por eso, en esta oportunidad, traemos tres especies que no podemos dejar de lado: la Abelia, el Laurel salvae y las Azaleas.

Ideal para crear un macizo de arbustos, la Abelia (cuyo nombre científico es Abelia grandiflora) se trata de una especie arbustiva semicaducifólia, cuyas ramas arqueadas y rojizas cuentan con un persistente y muy ramificado follaje. Éste llega a medir de un metro hasta 3 metros de altura, pero también existen variedades mucho más pequeñas.

En cuanto a sus hojas, se presenten opuestas, ovadas u ovado-lanceoladas, cortamente pecioladas y con margen aserrado. Las flores son de 1 a 1,5 cm. de largo, blanco-rosadas, dispuestas en inflorescencia en la extremidad de las ramitas; y tubulares coloreadas de blanco rosáceo, ligeramente perfumadas. Su época de floración comienza en primavera y va hasta comienzos del otoño. “Es una planta poco común por su período de floración excepcionalmente largo”, señaló Juan Pablo Teves, Técnico Universitario en Espacios Verdes del Vivero Ferro Jardín, de Neuquén. Además, aseguró que tienen una muy buena adaptación en variadas condiciones. En general necesitan de un suelo blando, permeable y bien abonado; y no es aconsejable en suelos calcáreos. Las plantas jóvenes tienen que protegerse en invierno, y por eso el profesional aconseja situarla en lugares resguardados del viento, a media sombra en climas cálidos y a pleno sol en los templados. También la eliminación de las hojas y ramas secas al finalizar la primavera, y podar las ramas viejas después de la floración.

Según el profesional, en las abelias el cuidado más importante es el riego ya que, a pesar de necesitar habitualmente cierto nivel de humedad en su sustrato, puede resistir sequías puntuales. “Una planta Abelia grandiflora puede soportar pequeños descuidos en su riego mientras no se den habitualmente”, acotó el joven; y aseguró que esta planta requiere de una zona en el jardín donde drene el agua sin problemas, por eso se aconseja verificar antes de su plantación si el terreno es óptimo para ella y, si se tratase de un lugar duro, es conveniente la colocación de algunas piedras para dar curso a un buen drenaje.

Para Teves, tampoco se debe descuidar el abonado de esta planta, ya que es muy necesario para su sanidad. Tanto en maceta como en suelo es necesario aplicar fertilizante orgánico a la planta al inicio de la primavera y también en el otoño, para potenciar su floración. “En el primer caso, en primavera, es para fortalecerla; y en el segundo caso es con la misma finalidad, antes del invierno”, argumentó.

Las flores blancas de la abelia, que adornan el jardín y nos permiten darle mayor variedad.

En cuanto a la reproducción, el experto explicó que el método más fácil de llevar a cabo para esta planta es mediante esquejes o por división de matas. Para reproducir abelias por esquejes, estos deben ser realizados en verano y tomando tallos de leña blanda, mientras que la división de matas funciona mejor en primavera. En ambos casos de multiplicación, se recomienda mover el esqueje o la mata dividida a una zona controlada o de interior y trasplantarla a su nueva ubicación definitiva, una vez enraizada.

Vistoso en jardines y también balcones, el llamado Laurel salvaje (cuyo nombre científico es Viburnum tinus) es también conocido como Laurentino, Barbadija, Duraznillo o Guiyombo. Este arbusto de copa globosa muy densa y oscura también presenta un follaje persistente con hojas simples, de color verde oscuro en el haz y mucho más claro en el envés, que mide de 7 a 10 centímetros de largo. Sus flores de color blancas se abren durante el invierno y la primavera presentando una inflorescencia redondeada. “También se adapta muy bien y tolera períodos de sequía”, afirmó el experto.

Según Teves esta especie necesita de suelos de unos 30 centímetros como mínimo de profundidad, fértiles y húmedos. En macetones necesita sustratos con resaca. Y también es necesario regarla cada 2 o 3 días en verano, y cada 4 o 5 días el resto del año evitando el encharcamiento, ya que puede terminar pudriendo sus raíces.

“El laurel salvaje puede plantarse tanto a pleno sol como en semisombra, dependiendo del espacio que se le pueda dar, pero siempre en el exterior. Eso sí, si le das una exposición a pleno sol, la planta tendrá muchas menos posibilidades de ser atacada por los hongos, por eso darle luz sería positivo para mantener en correctas condiciones su sanidad”, argumentó Teves.

El laurel salvaje, una de las arbustivas más ornamentales que podemos aprovechar.

En cuanto a la reproducción de estas especies, el método de reproducción más sencillo y rápido de esta planta es el esqueje. Y consiste en tomar las ramas podadas a fines de invierno, dejarlas en un vaso con agua y cuando estas desarrollen raíces, pasarlas recién a tierra, según explicó el experto. También hizo hincapié en los primeros días en tierra y la importancia de suministrar un riego suave, mediante un pulverizador; y recomendó usar hormonas de enraizamiento.

La Azalea, de nombre científico azalea japónica, azalea índica o azalea hybrida, cuenta con más de 700 variedades en el mercado. Es considerada tanto planta de jardín como de interior, y es una planta arbustiva dueña de unas bellas flores para apreciar en su época de floración. Este arbusto también es de follaje persistente y semi persistente o caduco, muy ramificado y de crecimiento lento; y llega a alcanzar del metro al metro y medio de altura.

Con hojas elípticas, vellosas en la cara inferior y flores de 5 a 7 cm. de diámetro se presentan solitarias o agrupadas en la extremidad de las ramificaciones, en color blanco, rosado, jaspeado o violáceo. Éstas florecen de modo natural al inicio de la primavera, pero por medio de invernaderos pueden obtenerse flores durante el invierno.

Según Juan Pablo Teves con esta especie se debe tener en cuenta que la azalea japónica pierde sus hojas rápidamente a causa de las heladas, pero sin dejar graves consecuencia en la planta. “En línea general, esta planta es resistente a temperaturas -10° C”, aclaró y agregó que también resiste al frío hasta -3° C y en interiores debe evitarse el calor seco, pues de otro modo se marchitan en poco tiempo las flores y las hojas.

Las azaleas, con un característico color que decorará todos nuestros espacios verdes.

“En cuanto al pH de la tierra, el más apropiado es el que sea ligeramente ácido (5,5), que filtre bien y esté abonado con un compost que esté muy mojado”, aseguró. Y en cuanto al riego, el experto deslizó que el ideal es a través de goteo o suave, sin toberas o rotores que golpeen la planta, lo importante es humedecer el suelo regularmente sin saturarlo con agua.

También aconseja cuidar a las azaleas de ataques ocasionados por los hongos de la especie Phytophtora. Estos causan una de las enfermedades más comunes en jardines donde haya azaleas. Este hongo es catalogado como un moho de agua y prospera en suelos con pobre drenaje o condiciones húmedas. Una de las principales señales de que la planta ha sido afectada es la marchitez, cuando las raíces afectadas tienden a ennegrecer y la parte posterior de la raíz tiende a desgarrarse desde el interior con gran facilidad.

Para evitar este tipo enfermedad y mantener sana a las azaleas el método de prevención es sumamente importante, por eso debemos ubicar las azaleas en un suelo con buen drenaje y bien aireado. Los suelos arcillosos deben ser enmendados con materia orgánica antes de sembrar en él, y hay que evitar sembrar en áreas donde el agua se pueda acumular en las raíces.

Para su reproducción, este tipo de plantas es más factible hacerlo por esquejes al comienzo del verano, una vez pasada la floración que salen las ramas más apropiadas donde estuvieron las flores. El joven aconseja limpiar los esquejes o brotes quitándole las hojas inferiores y dejando 2 o 3 hojas en la parte superior del corte. Luego proceder a colocar la hormona de enraizamiento en la punta de la base donde se introducirá directo a la tierra. “Esto siempre se usan cuando se reproduce por tallo o esqueje cualquier tipo de planta que se reproduzca de esta forma, caso contrario a las plantas que se reproducen por semilla”, culminó el profesional.

(Gentileza lacomuna)

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