Después de años de gestiones, los productores de miel lograron una modificación del Código Alimentario Nacional: a partir de ahora, estos productos podrán mostrar con exclusividad imágenes de abejas, panales o cualquier actividad relacionada, para no inducir a engaño a los consumidores.

Era un reclamo de todo el sector apícola y el presidente de la Cámara Argentina de Fraccionadores de Miel, el roquense Carlos Levín, resaltó que se trató de “una buena decisión” que impacta “en lo que le damos de comer a los argentinos; en definitiva, en la salud de la población”.

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La resolución firmada por el secretario de Agricultura, Juan José Bahillo, destaca que los productos azucarados que no respondan “a las especificaciones reglamentarias de la miel y miel de yateí” no podrán consignar en el rótulo “descripciones o representaciones pictóricas de abejas -o insectos similares-, colmenas, panales, flores, o elementos propios relacionados con la actividad apícola”.

Tampoco podrán mencionar ni destacar “el término miel ni ninguna propiedad particular vinculada a ésta o con la composición de cualquier otro de sus ingredientes ya sea a través de representaciones gráficas y/o leyendas de carácter facultativo”.

Carlos Levin produce mieles desde hace 40 años desde General Roca y vende sus mieles en diferentes provincias argentinas. “El problema mayor ha sido siempre convencer a los funcionarios de que este tipo de productos azucarados no son miel, no pueden rotularse como miel. Y lo que viene ahora para que estos productos ni siquiera compartan la góndola con la miel”.

Para poner mucha atención cuando se realizan compras: todavía hay muchos productos en supermercados, dietéticas y almacenes que tienen la palabra “miel” incluida en sus etiquetas. Pero más abajo, en letra más chica, suele aparecer la leyenda: “producto elaborado a base de miel y jmaf”.

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Esas siglas identifican al jarabe de maíz de alta fructuosa, un producto endulzante que se incluye en las gaseosas cola, con una alta concentración de azúcares y, en consecuencia, uno de los factores que permiten entender la obesidad en la infancia y la adolescencia. “También lo han utilizado las empresas lácteas para los postres y yogures”, advirtió. Levín comentó que tuvieron que dar una lucha porque “querían que la miel fuera identificada con los octógonos negros, cuando la miel es un producto absolutamente natural sin agregado de azúcares”.

“Ahora viene una parte fundamental. Quién tiene el poder de policía sobre estos temas. Y más que quién tiene el poder de policía, es la responsabilidad de cada una de las bromatologías provinciales, municipales, de todo actor local que tenga que ver con el cuidado de la salud. Y de los mismos apicultores, que tienen que tomar esa bandera, y no permitir estos productos truchos que se identifican como miel, o con abejas, panales”.

 

Después de años de gestiones, los productores de miel lograron una modificación del Código Alimentario Nacional: a partir de ahora, estos productos podrán mostrar con exclusividad imágenes de abejas, panales o cualquier actividad relacionada, para no inducir a engaño a los consumidores.

Era un reclamo de todo el sector apícola y el presidente de la Cámara Argentina de Fraccionadores de Miel, el roquense Carlos Levín, resaltó que se trató de “una buena decisión” que impacta “en lo que le damos de comer a los argentinos; en definitiva, en la salud de la población”.

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La resolución firmada por el secretario de Agricultura, Juan José Bahillo, destaca que los productos azucarados que no respondan “a las especificaciones reglamentarias de la miel y miel de yateí” no podrán consignar en el rótulo “descripciones o representaciones pictóricas de abejas -o insectos similares-, colmenas, panales, flores, o elementos propios relacionados con la actividad apícola”.

Tampoco podrán mencionar ni destacar “el término miel ni ninguna propiedad particular vinculada a ésta o con la composición de cualquier otro de sus ingredientes ya sea a través de representaciones gráficas y/o leyendas de carácter facultativo”.

Carlos Levin produce mieles desde hace 40 años desde General Roca y vende sus mieles en diferentes provincias argentinas. “El problema mayor ha sido siempre convencer a los funcionarios de que este tipo de productos azucarados no son miel, no pueden rotularse como miel. Y lo que viene ahora para que estos productos ni siquiera compartan la góndola con la miel”.

Para poner mucha atención cuando se realizan compras: todavía hay muchos productos en supermercados, dietéticas y almacenes que tienen la palabra “miel” incluida en sus etiquetas. Pero más abajo, en letra más chica, suele aparecer la leyenda: “producto elaborado a base de miel y jmaf”.

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Esas siglas identifican al jarabe de maíz de alta fructuosa, un producto endulzante que se incluye en las gaseosas cola, con una alta concentración de azúcares y, en consecuencia, uno de los factores que permiten entender la obesidad en la infancia y la adolescencia. “También lo han utilizado las empresas lácteas para los postres y yogures”, advirtió. Levín comentó que tuvieron que dar una lucha porque “querían que la miel fuera identificada con los octógonos negros, cuando la miel es un producto absolutamente natural sin agregado de azúcares”.

“Ahora viene una parte fundamental. Quién tiene el poder de policía sobre estos temas. Y más que quién tiene el poder de policía, es la responsabilidad de cada una de las bromatologías provinciales, municipales, de todo actor local que tenga que ver con el cuidado de la salud. Y de los mismos apicultores, que tienen que tomar esa bandera, y no permitir estos productos truchos que se identifican como miel, o con abejas, panales”.