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Una mujer de Roca junta fondos para pagar el juicio de sus hijos, víctimas de abuso

Una mujer de Roca junta fondos para pagar el juicio de sus hijos, víctimas de abuso

Los retrasos de la Justicia y los gastos adicionales generados en los procesos legales por abuso, van de la mano con un proceso de revictimización y padecimiento difícil de sobrellevar. El acompañamiento y la ayuda colectiva se vuelve así en la única alternativa para afrontar tamaña situación.

En esa dirección se encamina la historia de Betiana, una maquilladora de la ciudad que debió recurrir a la solidaridad de los vecinos para poder solventar los gastos generados en el juicio contra su ex esposo, quién abusó sexualmente de sus hijos.

«Comenzamos con algunas rifas y surgió la posibilidad de generar algunos espectáculos para juntar fondos a partir de las entradas», comentó Betiana. La mujer debe afrontar el pago de 70 mil pesos derivadas del enjuiciamiento, para lo cual planificó un evento musical en un bar céntrico como forma de recaudar el dinero.

Busco que mi hija no tenga miedo de cruzárselo, busco una comunidad en la que nos podamos hablar, escucharnos y contenernos, pero lamentablemente hay que hacer mucho ruido para que las cosas cambien

Betiana, madre de los menores

La cita está prevista para mañana domingo en un bar de calle Maipú al 1460. El costo de la entrada es de 200 pesos, y el show contará con la presentaciones musicales de Tergiverzo, Laverintos Trio y Ketepinta. Además se realizarán sorteos.

«Hubo gente que nos planteo el por qué no pagamos un abogado de oficio, pero nosotros estuvimos más de medio año esperando que representante estatal nos agilizara el proceso y no pasó nada«, añadió. La inacción de la defensa pública obligó a las personas a recurrir a un abogado particular, quién al interiorizarse de la causa actuó de manera ad honorem. Aunque igualmente deben abonarse algunos gastos secundarios.

Su historia


Todo surgió a raíz de la separación de su ex pareja, producto de la violencia sistemática que recibió durante sus cinco años de matrimonio. La escala de vejaciones, maltratos y golpes, la llevó a tomar el valor de poner punto final a la relación. «Me separé de mi esposo hace 2 años porque todo el tiempo era maltrato. Se tomó el trabajo durante todos esos años de separarme de mi círculo, de no permitirme juzgar sus actos y de menospreciarme, me había rebajado tanto que me hacía sentir culpable. La violencia estaba en descontrol, hasta que agarre el valor de echarlo de casa«, mencionó Beatriz.

El primer paso no resultó sencillo, pero la mujer no supondría que se trataría del principio de una realidad inesperada, la cual no llegó a dimensionar producto de los retorcido entorno que vivió en su relación. Los abusos físicos de habían extendido hacía dos de sus tres hijos, quienes en ese momento contaban con 4 y 9 años.

El hecho concreto que encendió las alarmas ocurrió a posterior de una visita paterna, ya que el hombre había solicitado no perder el vínculo luego de la separación. «Cuando se los devolvió me los trajo en total estado de shock«, describió.

Luego de la radicación de la denuncia, al victimario se le formuló el cargo de abuso sexual simple agravado por el vínculo.

Aunque cuenta con una orden de alejamiento de la mujer y los chicos, continúa con el proceso legal en total libertad. La situación no deja tranquila a la familia. «Esta suelto porque como tuvo buena conducta no presenta riesgo de escapar, pero es un peligro para la sociedad. Nosotros estamos presos en casa porque tenemos miedo de salir», relató.

Los retrasos del Poder Judicial


A partir de que las autoridades judiciales tomaron intervención, comenzó un tedioso camino que al día de hoy espera de respuestas concretas. A los retrasos lógicos de la burocracia estatal se lo sumó el contexto de aislamiento, ya que la primera denuncia fue radicada a comienzos de la pandemia en 2020.

«A nivel institucional no hay gente preparara«, mencionó la víctima. El mayor problema se plantearía en una aparente falta de preparación de los funcionarios para la atención ante casos de extrema vulnerabilidad. «Una psicóloga que me enviaron me pregunto: ¿Qué pudieras haber hecho diferente para que el matrimonio funcione? Es un violento y abusó de mis hijos ¿y vos me planteas eso?», ejemplificó.

A eso se le suma que hace dos años se espera que se dictamine el pago de la cuota alimentaria. La mujer solventa los gastos familiares por su propia cuenta, por lo cual requiere de la ayuda de los vecinos para pagar los gastos judiciales extras.

¿Cómo aportar?


Las personas pueden cooperar mediante la compra de entradas del evento solidario planificado para este domingo 6 en las instalaciones de un pub céntrico -calle Maipú 1460-. Las entradas tienen un costo de 200 pesos.

Se planifican otras actividades similares en un futuro. Aunque igualmente los interesados pueden aportar enviando dinero por medio de una transferencia a una cuenta de Mercado Pago: CVU 0000003100044319961539 // Alias: SiempreLindasEstudio


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(Gentileza lacomuna)

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