Según detalló una de las víctimas, eran las 01:54 cuando fueron interceptadas por un patrullero de la Policía de Río Negro mientras circulaban en moto por calle Mendoza, cerca del galpón de empaque Zetone, en General Roca.

Según el relato de la denunciante, el móvil policial se les atravesó en el camino, con las luces apagadas, y el acompañante pidió que se detuvieran a un costado.

La mujer detalló que, al descender, el policía que viajaba como acompañante se mostró exaltado y les exigió sus documentos. “Siempre predispuestas le dimos toda la documentación y le preguntamos qué había pasado, pero el policía exaltado, aparentemente drogado, nos decía quedarse calladas alumbrándonos la cara a ambas y a mi hermana la tomó del brazo queriendo tocarla, pero le advertimos que era mujer y que no podía tocarla, además de que no estábamos haciendo nada malo” detalló en la denuncia.  

Y agregó; “Vimos que el policía tenía intenciones de hacer algo más y le hicimos señas a un auto que pasaba, el cual se detuvo”. La conductora del auto que paró comenzó a grabar con su celular la situación, momento en el que el oficial regresó al patrullero y se retiró rápidamente del lugar.

La denunciante también contó que, antes de irse, preguntó al conductor del móvil por qué las habían detenido, a lo que respondió que habían recibido un llamado al 911 reportando que su moto realizaba maniobras ilícitas, una acusación que ella niega. 

“Si nosotras hubiéramos estado haciendo algo malo hubieran llamado al personal femenino para que vengan a revisarnos”, aseveró. 

Conmovida por la experiencia, la joven se dirigió a la Comisaría 48 de Mosconi para radicar la denuncia, pero asegura que no fue bien recibida. “Solo una chica de recepción me dio una taza de agua, pero el oficial me dijo que no iba a tomarme la denuncia y que fuera a la fiscalía el lunes”, relató. 

Recién a las 5 de la mañana del mismo día fue recibida por el personal de la Comisaría Tercera, donde le tomaron declaración.  Posteriormente, la mujer asistió a la fiscalía, donde le prometieron que recibiría el acompañamiento de la Oficina de Atención a la Víctima.

Sin embargo, denuncia que hasta la fecha no ha recibido ningún llamado ni seguimiento del caso. “Este sábado se cumplen dos semanas y nadie me ha ayudado”, concluyó.