Los vecinos que residen en calle Don Bosco, entre Bolivia y Chile -en pleno corazón del barrio Villa Industrial- ya no aguantan más. La mayoría vive con persianas y puertas cerradas para evitar el olor nauseabundo que los atormenta, en algunos casos, desde hace casi dos años.

«No sabés lo que padecemos, cada vez que viene un pocos de viento, el olor se mete adentro no sólo de mi negocio sino de todas las viviendas. Hay días que no se aguanta«, explicó afligida Marta, quien es propietaria de una pequeña despensa ubicada en calle Don Bosco y México.

El problema tuvo su origen allí, cuando hace más de dos años se «desintegró» la red troncal de cloacas por lo que tuvieron que instalar un by pass que en un principio iba a durar unos meses pero el dato es que ya lleva casi dos años.

«El caño que corre paralelo es de PVC por lo que cualquier movimiento de suelo o estacionamiento de un auto los puede romper. Es ahí donde padecemos el verdadero problema porque el agua contaminada empieza a correr por el todo el barrio. Es un asco«, contó Mauro, otro vecino que vive en las inmediaciones quien recordó que el problema comenzó a mediados del 2020.

Recordaron que ya se han realizado varios reclamos pero por el momento, desde la empresa ARSA y el DPA, no tienen una respuesta concreta y por ahora solo son «promesas» que se extienden en el tiempo.

Lo cierto es que hace unos meses, dejaron en una de las cuadras afectadas un buen número de caños que serían destinados a reemplazar el ducto que se había roto. «Ahí están. Nadie nos dice nada. Nadie nos cuenta cómo ni cuándo se va a concretar la obra de reemplazo. Todos saben del problema pero nadie quiere asumirlo como tal», dijo otra de las vecinas que pidió reserva de su identidad.

El drama de las cloacas en calle Don Bosco se expandió. Es que las fallas en la red cloacal obligó a la empresa ARSA a abrir nuevas bocas y a instalar más cañería paralelas para desagotar los residuos de las cloacas. «En definitiva se instalaron más bombas para retirar el agua de las red hacia otro sector. No sólo no realizaron la obra sino que en este tiempo empeoró toda la situación», confió otro de los vecinos quien remarcó que las inundaciones terminan por afectar la capa asfáltica que también se ve afectada por el fenómeno cloacal.

Montículos de tierra

Pero el problema no sólo está en los by pass que corren paralelo a los cordones de la vereda. Para evitar la rotura, los operarios de la empresa ARSA los cubrieron de tierra y los compactaron.

«En las esquinas terminaron haciendo montículos y se escucha el ruido de los autos cuando golpean. En definitiva esto es un desastre no podemos circular y tampoco podemos estar en nuestras viviendas», destacó una vecina que padece a diario los problemas en esta zona que ya habían tenido sus primeros inconvenientes en el año 2014.

Leónidas Bustamente ya está agotado no sólo de los olores sino también de hacer reclamos. «Abro mi gomería a las 7 y el olor ya no se aguanta», asegura este resignado vecino, quien tiene su local en Don Bosco casi Chile. Asegura que ya llevó los reclamos a todos los organismos sin encontrar ni una sola respuesta certera de cuándo y cómo solucionarán sus problemas.