El próximo 14 de septiembre en Bariloche Eventos y Convenciones (BEC) se desarrollará el Grand Prix Bariloche de fisicoculturismo. Entre los competidores estará la deportista Victoria Borzi, nacida en General Roca, que está marcando un hito en el deporte no sólo rionegrino, sino argentino.

Victoria Borzi, de 28 años y nacida el 8 de marzo de 1996, comenzó su carrera en el fisicoculturismo hace apenas dos años. Aunque su trayectoria en el deporte es breve, su historia es una muestra de perseverancia y determinación.

Borzi fue diagnosticada al nacer con Displasia Esquelética, un síndrome muy raro a nivel mundial, y hasta los 20 años recibió tratamiento en el Hospital Garrahan, donde conoció a otros niños con la misma condición. Esta experiencia la preparó para enfrentar los desafíos que vendrían.

En el fisicoculturismo, un deporte con estrictas normas, Victoria Borzi indica que «al ingresar a este deporte rompía con todas las reglas que tienen escritas y por suerte siempre encontré gran predisposición y apertura de los dirigentes de todas las federaciones. Por ejemplo, en categoría damas nos dividen por altura y yo al tener esta discapacidad ¿Cómo me comparás y juzgás mi físico con el resto de las chicas? Reitero que en este sentido estamos transitando junto con todos los dirigentes tratando que sea justo para mí y para el resto de las chicas».

«En Argentina, es la primera vez que una mujer de talla baja participa en fisicoculturismo», destaca Borzi. Aunque al principio enfrentó barreras, la Federación Argentina la recibió con apertura y apoyo, adaptándose a sus necesidades y ayudándola a superar obstáculos.

La motivación de Victoria para ingresar al fisicoculturismo fue un problema de salud. A los 25 años, vivía con dolores crónicos y dependía de medicamentos. Decidió entrenar en casa, lo que le permitió mejorar significativamente su condición física y calidad de vida.

Victoria Borzi encontró en el fisicoculturismo una forma de transformar su vida. Bajo la orientación de su entrenador, Damián Rodríguez Sartori, y sus preparadores, Claudio Pompei, Agustina Silva y Pamela Hernández, ha logrado resultados notables, como caminar 2 kilómetros diarios y realizar sentadillas con 140 kilos a pesar de sus 30 kilogramos de peso corporal. «Hoy no tomo ni un ibuprofeno» indica.

Diplomada en Diseño Gráfico, Victoria cuenta con el respaldo constante de su familia, su madre Minella y sus hermanas Paula y Valentina, que siempre han estado a su lado en esta travesía. Su historia de éxito y superación será una de las grandes atracciones del Grand Prix en Bariloche.

El evento, organizado por Rodrigo Sánchez y la barilochense Ximena García Spitzer, promete ser una plataforma para que Victoria Borzi y otros atletas muestren sus logros. Su participación no sólo resalta su talento, sino también su capacidad para superar barreras y abrir camino para la inclusión en el deporte.

La presencia de Victoria Borzi en el Grand Prix es un testimonio inspirador de cómo el deporte puede transformar vidas y desafiar normas. Su valentía y dedicación la convierten en una figura destacada y un ejemplo a seguir en el fisicoculturismo argentino.