Las peleas entre jóvenes en las calles roquenses durante los fines de semana, se multiplican. No ocurren solamente a pocos metros de los boliches, sino también en las calles del centro, en los barrios y hasta fuera de las escuelas.

Esta situación no es ajena a lo que sucede en el día en las calles. Se ven agresiones todo el tiempo, quizá solo con insultos sin llegar a la agresión física, pero marca el grado de violencia social.

En el video que envió un lector de un medio roquenseoca, se puede observar un ataque feroz, una «rabia» increíble en el accionar de los jóvenes, que atacan a otro que se encuentra tirado en el piso. Tan o más repudiable son los gritos que oyen en el video, de personas «arengando» lo que está pasando.

“¿Uno contra uno dijimos o no?”, dice uno de los que peleaba, dejando en evidencia que había un acuerdo previo para enfrentarse.  

Al final se puede observar cómo a un joven lo atacan entre varios y lo golpean brutalmente. Lo cierto es que esa patada que le dan en la cara lo podría haber dejado inconsciente y provocar un daño mayor.  

Dos semanas atrás se produjo una verdadera batalla campal a la salida de otro sitio nocturno de Roca. Esto demuestra que la violencia está instalada y que no distingue de clases sociales ni edades.

La pregunta que se impone es: ¿Realmente salen a divertirse? ¿Qué se debe hacer ante los reiterados hechos? 

No hace falta que los hechos terminen de la peor manera como sucedió con el crimen del joven bonaerense Fernando Báez Sosa, para comenzar a regular la violencia en la vía pública.