Las peleas callejeras se multiplicaron en Roca y los videos que circulan en las redes sociales dejan en claro que es un problema recurrente y que no es exclusivo de un sector. Las grescas se dan a pocos metros de los boliches, en el canalito, a la salida de los colegios.

Lo que queda en evidencia es un nivel inusitado de violencia que preocupa. Incluso el mismo hecho de que haya personas filmando las peleas demuestra que en algunos casos se toman un hecho tan grave como un espectáculo.

La situación es preocupante y abre el debate respectó de cómo debe actuar el conjunto de la sociedad para que esto no suceda. También pone a padres y madres ante una disyuntiva ¿conveniente permitir que los jóvenes salgan a bailar? pero además los debe interpelar sobre la parte que les toca a las familias al momento de analizar las conductas violentas.

La ordenanza municipal de Roca permite que menores de 18 años, a partir de los 16, puedan entrar a una discoteca, aunque no autoriza el consumo de alcohol.

Fernando Henríquez, propietario de dos locales bailables indicó que dentro de sus locales se ponen en marcha varios mecanismos para que sea una «noche segura» y que no se vende alcohol a menores de 18 años.

«Nos tenemos que hacer cargo de los jóvenes, el problema que hoy nos afecta es social. No se explica la violencia con la que actúan los jóvenes, que sin dudas no es originada por la acción de una discoteca», agregó «Esto sucede también fuera de las escuelas, en la calle. Hay que trabajar en conjunto, nosotros como empresarios de la noche y el Estado que es quien tiene la autoridad en las calles», remarcó Henríquez.

Orlando Mayer, dueño de Moscú explicó que en el sector de resto-bar no tienen problemas con los menores y que después de las 0 horas deben ser todos mayores de 18 años.  

Además, existe un control municipal que establece que sí encuentran a un menor comprando alcohol en el boliche, la multa recae sobre los dueños. Pero si el menor está bebiendo en otro sector la multa será para la familia ya que se infiere que le pidió a un adulto dentro del local quien le compró la bebida en la barra. Se trata de una responsabilidad compartida entre menores, que deben saber que no tienen que consumir alcohol, empresarios, Estado y familias.

Consultados los dueños de los boliches respecto de cómo actuar para frenar la violencia indicaron:

 

“Hay que tener un buen sistema de seguridad, trabajar para prevenir y anticiparse a las consecuencias”, dijo Mayer. En su local cuentan con un servicio de seguridad experimentado que opera a partir de un protocolo.

“Nos hacemos cargo de que vendemos alcohol, pero también nos hacemos cargo de la prevención en la seguridad. Al que se lo saca por disturbios no ingresa nunca más. Somos Roca y conocemos a la mayoría de las personas”, agregó.

 

En igual sentido se pronunció Henríquez quien dijo «cuando vemos que dentro del local comienzan a discutir, o se puede producir una pelea, los separamos y sacamos a uno de los agresores fuera del local. Si los sacamos juntos es como invitarlos a que se peleen afuera».

Agregó además «la solución nunca puede ser impedirles que salgan, Es preferible que puedan ir a un boliche con controles que tenerlos en la calle. De alguna manera los bolicheros les ofrecemos a los jóvenes un espacio de contención para estar entre pares» y agregó «todos fuimos jóvenes y tuvimos un lugar al que salir. A los vecinos les pedimos que no pidan el cierre de boliches en todo caso trabajemos juntos para ver qué pasa con la violencia».

Los dos empresarios consultados coincidieron que no son «todos los adolescentes» los que pelean, y que un alto porcentaje de ellos sale a divertirse y pasarla bien entre pares.

Respecto de la responsabilidad del boliche ante las peleas, esto indicaron.

«Legalmente somos responsables hasta la vereda», dijo Henríquez. “Si bien la responsabilidad nuestra es adentro, nuestro protocolo también interviene afuera. Cuando sacamos a alguien se lo acompaña hasta que se vaya a su casa”, comentó Mayer y agregó: “tenemos que cuidar a cada una de las personas que vienen a disfrutar, para eso trabajamos”. 

¿Qué parte del problema la tiene la sociedad?  

Si bien las peleas se dan en distintos lugares, el problema indica que está fallando la convivencia de la sociedad.

 

“La violencia se vuelve un consumo y quien la ejerce toma protagonismo y se siente protagonista”, comentó a un medio roquense un sociólogo.  

 

En Argentina el delito de lesiones leves o dolosas se mantuvo estable en los últimos 20 años y los homicidios de menores de 25 años bajaron un 29% entre 2005 y 2020, aunque esta última cifra solo contempla a las víctimas y no a los victimarios.