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Violento dirigente social es culpable de abuso sexual

Violento dirigente social es culpable de abuso sexual:

Luego de enfrentar las acusaciones de una mujer a la que manoseó y hasta le propuso tener sexo a cambio de bolsones de comida, el dirigente de la Organización de Desocupados en Lucha (ODEL), Miguel Báez fue considerado culpable del delito de abuso sexual simple, reiterado. En el proceso se comprobó que ocurrió en varias oportunidades entre 2019 y 2020.

Durante los días del juicio, un importante grupo de militantes de ODEL se reunió en la puerta de la Ciudad Judicial de Roca para reclamar por su inocencia. En tanto que hoy, mientras se debatía su culpabilidad o no, directamente fueron a las inmediaciones de la Comisaría 21° donde se encuentra detenido, exigiendo su liberación. Sin embargo el tribunal integrado por la jueza Verónica Rodríguez, Gastón Martín y Alejandro Pellizón, resolvieron que Báez es culpable del delito que se lo acusó y decidieron que continuará detenido con prisión preventiva.

Con la culpabilidad definida, se estableció que el 14 de diciembre se desarrollará el juicio de cesura, donde quedará resuelta la pena que le corresponderá al violento dirigente, quien suma causas por lesiones, atentado y resistencia a la autoridad en diferentes protestas en los que terminaron heridos policías que intentaron cumplir con la orden de detenerlo.

De acuerdo con la acusación, los abusos sexuales ocurrieron entre comienzos de 2019 y febrero de 2020 y consistieron en tocamientos, rozamientos y comentarios obscenos, todos cometidos contra la voluntad de la mujer. Ella relató que fue contratada por Báez para cumplir tareas en la sede de ODEL en el barrio Bagliani de Roca. «Los reiterados abusos fueron cometidos en un contexto de violencia de género en su más amplia concepción», estableció el tribunal y que el delito se cometió «mediante abuso intimidatorio de una relación de dependencia y poder que el hombre ejercía sobre la víctima», aseguraron.

En la sentencia queda en claro que no solo que la mujer era empleada del imputado, sino que además necesitaba -para sí misma y para el grupo de vecinos de su barrio, a quienes representaba- los bolsones alimentarios que se distribuían desde la organización “de manera discrecional por parte del jefe”. Y en este contexto de «vulnerabilidad extrema, el abuso sexual de Báez hacia las mujeres se encontraba naturalizado».

Precisamente, cuando la Justicia comenzó a avanzar en esta causa contra Báez, una patota con pecheras de ODEL irrumpió violentamente en la sede del Diario Río Negro en Roca, culpando a uno de sus periodistas de impulsar mediáticamente la acusación. 

Gentileza mejorinformado

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