Una fuerte polémica sacude la casa de Gran Hermano luego de que la participante Virginia Demo explotara por las diferencias de trato entre los participantes originales y aquellos que ingresaron como reemplazo. La indignación de Demo no se hizo esperar, y sus críticas apuntaron directamente a ex compañeros de la casa que regresaron para nominar y mostraron su apoyo exclusivamente a los jugadores originales, relegando a los denominados «no originales» como ella.

Durante una emisión reciente, Virginia no dudó en expresar su enojo y frustración, cuestionando la actitud de algunos ex participantes que, según ella, mostraron un trato preferencial hacia los «Originales». Sus palabras directas apuntaron a Florencia Cabrera, Florencia Regidor y Rosina Beltrán, a quienes acusó de discriminar y menospreciar a los participantes que no eran considerados parte del grupo original.

La discriminación entre los participantes originales y los reemplazos se convirtió en el eje de la discusión protagonizada por Virginia, quien aseguró que todos los participantes deberían tener los mismos derechos y ser tratados con equidad. Su descontento se manifestó no solo por la falta de apoyo de los ex participantes, sino también por la exclusión y la marginación que sintió dentro de la casa.

La situación planteada por Virginia pone en tela de juicio la equidad y la inclusión dentro de Gran Hermano, generando un debate sobre el trato diferencial entre los participantes y la importancia de mantener la integridad y el espíritu del programa. La explosión de la participante revela un conflicto latente en el reality show, donde las diferencias de origen pueden desencadenar tensiones y divisiones que afectan la convivencia en la casa más famosa de la televisión.