Sucedió ayer durante la mañana, cuando desconocidos se comunicaron al teléfono de emergencias provincial 911 advirtiendo que en el CEM 107 y en la Escuela 150 había artefactos explosivos.

Más allá de la poca credibilidad de este tipo de actos, bromas que con el paso de los años han ido perdiendo sentido ya que cada que hay una amenaza no se suelen encontrar bombas, lo cierto es que el protocolo es claro: en todos estos casos, la Policía debe acudir al lugar y evacuar el edificio, sacando a todos los integrantes de la comunidad educativa al exterior. Y así lo hizo.

La regla indica que la Policía debe ser la primera en llegar, desalojar y esperar que llegue la Brigada que revisa todo el lugar, y solo si se encuentra algo continúa con el protocolo. En ese caso se pide una ambulancia y también presencia de los Bomberos, para recién ahí proceder a desbaratar el artefacto explosivo.

En los dos establecimientos no se encontraron explosivos y luego del rastreo que realizó el personal de policía y la brigada de los bomberos, las comunidades educativas de las respectivas escuelas volvieron a las aulas.

Lo cierto es que debido a esta chanza, varios estudiantes perdieron horas de clase. Desde los colegios hicieron las denuncias correspondientes y ahora se investiga el origen de las llamada.