Desde el viernes, que decenas de familias se han ido acercando al nuevo asentamiento. «Muchos de ellos no tienen donde vivir, porque viven de prestado» aseguran vecinos instalados en el lugar.

Una vez más, manifiestan la necesidad de tener un lugar y afirman que están dispuestos a mediar con la justicia y el Municipio para poder acceder a esos terrenos y hacer un acuerdo para pagarlos. Consultados por este medio sobre la presencia del fiscal Ricardo Romero el viernes y la advertencia de «si es necesario sacarlos con violencia, los vamos a sacar», manifestaron que «el fiscal no sólo amenazó, el no quiso dialogar con nadie».

Luego de tres días, el asentamiento sigue creciendo en cantidad de familias, 30 eran las que llegaron aquel día y hoy ya superan las 70.