
El Plenario provincial de Salud de ATE resolvió un paro de 24 horas el 5 de octubre
Los CAPS, comúnmente conocidos como «salitas,» representan el primer punto de contacto de los pacientes con el sistema de salud. Aunque su función principal es la atención primaria, en las últimas semanas se ha registrado una disminución en la disponibilidad de medicamentos y tratamiento para pacientes con enfermedades crónicas.
Un ejemplo de esta problemática es el CAPS de JJ Gomez, que recientemente colocó un cartel en su puerta de entrada enumerando los medicamentos que escasean, entre ellos metformina 500 g, levotiroxina, amoxicilina clavulánico, omeprazol, ibuprofeno y paracetamol, todos ellos medicamentos esenciales.
Una empleada del CAPS de barrio Nuevo señaló que la falta de insumos se ha agravado en el último año y ha empeorado aún más después de las elecciones primarias de agosto. En cuanto a la prestación de servicios, declaró: «No hemos reducido la atención, lo que nos falta son medicamentos básicos y tratamientos para pacientes crónicos. Ni siquiera tenemos preservativos.»
Las soluciones a esta crisis son escasas: brindar atención médica sólo cuando haya citas disponibles y entregar medicamentos solo cuando estén disponibles en stock. «Si un paciente no tiene dinero para comprar lo que el médico receta, debe recurrir al hospital. Es una calesita», enfatizó.
En los últimos tiempos, las redes sociales se han convertido en un medio para difundir esta problemática. Los pacientes con enfermedades crónicas buscan insumos para tratar sus condiciones, ya que el sistema de salud pública no puede proporcionarles la ayuda necesaria.
En resumen:
Resumen del contenido en 180 palabras
El Plenario provincial de Salud de ATE resolvió un paro de 24 horas el 5 de octubre
Los CAPS, comúnmente conocidos como «salitas,» representan el primer punto de contacto de los pacientes con el sistema de salud. Aunque su función principal es la atención primaria, en las últimas semanas se ha registrado una disminución en la disponibilidad de medicamentos y tratamiento para pacientes con enfermedades crónicas.
Un ejemplo de esta problemática es el CAPS de JJ Gomez, que recientemente colocó un cartel en su puerta de entrada enumerando los medicamentos que escasean, entre ellos metformina 500 g, levotiroxina, amoxicilina clavulánico, omeprazol, ibuprofeno y paracetamol, todos ellos medicamentos esenciales.
Una empleada del CAPS de barrio Nuevo señaló que la falta de insumos se ha agravado en el último año y ha empeorado aún más después de las elecciones primarias de agosto. En cuanto a la prestación de servicios, declaró: «No hemos reducido la atención, lo que nos falta son medicamentos básicos y tratamientos para pacientes crónicos. Ni siquiera tenemos preservativos.»
Las soluciones a esta crisis son escasas: brindar atención médica sólo cuando haya citas disponibles y entregar medicamentos solo cuando estén disponibles en stock. «Si un paciente no tiene dinero para comprar lo que el médico receta, debe recurrir al hospital. Es una calesita», enfatizó.
En los últimos tiempos, las redes sociales se han convertido en un medio para difundir esta problemática. Los pacientes con enfermedades crónicas buscan insumos para tratar sus condiciones, ya que el sistema de salud pública no puede proporcionarles la ayuda necesaria.
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El Plenario provincial de Salud de ATE resolvió un paro de 24 horas el 5 de octubre
Los CAPS, comúnmente conocidos como «salitas,» representan el primer punto de contacto de los pacientes con el sistema de salud. Aunque su función principal es la atención primaria, en las últimas semanas se ha registrado una disminución en la disponibilidad de medicamentos y tratamiento para pacientes con enfermedades crónicas.
Un ejemplo de esta problemática es el CAPS de JJ Gomez, que recientemente colocó un cartel en su puerta de entrada enumerando los medicamentos que escasean, entre ellos metformina 500 g, levotiroxina, amoxicilina clavulánico, omeprazol, ibuprofeno y paracetamol, todos ellos medicamentos esenciales.
Una empleada del CAPS de barrio Nuevo señaló que la falta de insumos se ha agravado en el último año y ha empeorado aún más después de las elecciones primarias de agosto. En cuanto a la prestación de servicios, declaró: «No hemos reducido la atención, lo que nos falta son medicamentos básicos y tratamientos para pacientes crónicos. Ni siquiera tenemos preservativos.»
Las soluciones a esta crisis son escasas: brindar atención médica sólo cuando haya citas disponibles y entregar medicamentos solo cuando estén disponibles en stock. «Si un paciente no tiene dinero para comprar lo que el médico receta, debe recurrir al hospital. Es una calesita», enfatizó.
En los últimos tiempos, las redes sociales se han convertido en un medio para difundir esta problemática. Los pacientes con enfermedades crónicas buscan insumos para tratar sus condiciones, ya que el sistema de salud pública no puede proporcionarles la ayuda necesaria.
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