El rechazo en el Senado al DNU 70/23 por parte de Unión por la Patria, los radicales Martín Lousteau y Pablo Blanco, y un amplio grupo de fuerzas provinciales, ha desatado fuertes tensiones en el ámbito político. Esta decisión ha generado un quiebre en el gobierno y ha profundizado la grieta entre oficialismo y oposición.

La Oficina de Presidencia no ha tardado en emitir un comunicado en el que señala que esta acción del Senado constituye «un intento de socavar el Pacto de Mayo, el Gobierno Nacional y el cambio elegido por los argentinos». El presidente Javier Milei ha manifestado su indignación, amenazando con desactivar la convocatoria a los gobernadores al Pacto de Mayo, dejando entrever una posible confrontación con la clase política.

La disputa se centra en el valor simbólico del Pacto de Mayo, un acuerdo fundacional propuesto por el presidente en marzo de 2024 que busca establecer diez políticas de Estado para sacar al país de la crisis económica y colocarlo en el camino hacia un nuevo orden. Según la Oficina de Presidencia, este acuerdo requiere la buena voluntad de todos los sectores políticos, pero el rechazo al DNU de Milei por parte del Senado representa un golpe a la convocatoria presidencial.

La polémica se exacerba aún más cuando se señala que la misma Cámara de Senadores ha avalado numerosos Decretos de Necesidad y Urgencia del kirchnerismo en el pasado, demostrando una falta de coherencia en su decisión actual. Esta contradicción pone en evidencia las tensiones existentes entre el poder ejecutivo y legislativo, y plantea interrogantes sobre la voluntad de la clase política de trabajar en conjunto en beneficio del país.

El pleito entre Milei y los gobernadores no hace más que profundizar la polarización y la incertidumbre en un momento crítico para la Argentina.

El comunicado completo